Presos extremistas turcos mantienen retenidos a más de 100 guardianes
La ola de motines de presos de extrema izquierda que estalló el domingo en varias cárceles de Turquía, en la que murieron al menos 10 personas, seguía sin ser controlada ayer por las autoridades de Ankara. Más de un centenar de funcionarios de prisiones continuaban en manos de los reclusos, según afirmaron responsables de la Asociación de Derechos Humanos de Turquía. Esta organización acusó a las fuerzas de seguridad de haber perpetrado "una matanza" para sofocar una protesta de los internos contra el hacinamiento en las celdas.El Ministerio de Justicia aseguró que la revuelta carcelaria es...
La ola de motines de presos de extrema izquierda que estalló el domingo en varias cárceles de Turquía, en la que murieron al menos 10 personas, seguía sin ser controlada ayer por las autoridades de Ankara. Más de un centenar de funcionarios de prisiones continuaban en manos de los reclusos, según afirmaron responsables de la Asociación de Derechos Humanos de Turquía. Esta organización acusó a las fuerzas de seguridad de haber perpetrado "una matanza" para sofocar una protesta de los internos contra el hacinamiento en las celdas.El Ministerio de Justicia aseguró que la revuelta carcelaria estalló cuando un grupo de presos extremistas, en su mayoría antiguos miembros de guerrillas urbanas, se resistió con armas de fuego y bombas incendiarias a un registro de los guardianes en la prisión de Uluncalar, en Ankara. Tras reducir a los amotinados, las fuerzas de seguridad trasladaron a varias decenas de presos, incluidos militantes independentista kurdos que no participaron en el motín, a otros penales del país.
Las revueltas en las hacinadas cárceles turcas son moneda corriente entre sus más de 62.000 reclusos, muchos de los cuales llevan armas y coordinan sus acciones con teléfonos móviles.