Triste experiencia

Hasta no hace muchos años, los hospitales clínicos universitarios eran sólo centros de adiestramiento de nuevos médicos donde enfermos desahuciados o carentes de medios se sometían a todo tipo de experimentos, con consecuencias irreversibles en muchos casos para sus dolencias.En la actualidad, estos hospitales "tiran" del dinero del Insalud como locomotoras del AVE. Pero los servicios no difieren mucho de los de antes. El mismo hacinamiento, la misma desconsideración hacia el enfermo y sus familiares. La misma falta de explicaciones cuando el enfermo se muere, a raíz de una operación. Y, sobr...

Hasta no hace muchos años, los hospitales clínicos universitarios eran sólo centros de adiestramiento de nuevos médicos donde enfermos desahuciados o carentes de medios se sometían a todo tipo de experimentos, con consecuencias irreversibles en muchos casos para sus dolencias.En la actualidad, estos hospitales "tiran" del dinero del Insalud como locomotoras del AVE. Pero los servicios no difieren mucho de los de antes. El mismo hacinamiento, la misma desconsideración hacia el enfermo y sus familiares. La misma falta de explicaciones cuando el enfermo se muere, a raíz de una operación. Y, sobre todo, la misma falta de humanidad por parte de la mayoría del personal médico. No es difícil oír de boca del galeno de turno cosas como la siguiente: "Su madre tiene más de ochenta y dos años, que es la edad máxima estimada para una mujer en nuestro país. Ustedes qué aspiraciones tienen...".

Y entre los enfermos: "¡Huy! Aquí el que no tiene enchufe va dado, y si es viejo más. Le dejan siempre para el final...".

Si la enfermedad es de las que necesitan ciertas atenciones -un cáncer de colon, por ejemplo-, ya puede hacerse cargo la familia de limpiar al enfermo durante las 24 horas, porque los enfermeros, salvo excepciones, ni se acercarán a la cama para saludar al enfermo. Ésta es mi triste experiencia. Me gustaría que fuese un caso aislado. Pero, por lo que he podido ver durante casi un mes, me temo que no.-