El tráfico de la Ronda del Mig quedará restringido a un carril el fin de semana
El aguacero del 14 de septiembre atrajo la mayoría de las miradas hacia la plaza de Cerdà, inundada por segunda vez en menos de dos semanas. Pero no fue la única zona dañada por el agua: la Ronda del Mig, a su paso por Badal, también resultó perjudicada. En esa zona, el agua alcanzó los cuatro metros de altura y afectó a las nuevas instalaciones, apenas terminadas. Las tareas de comprobación exigirán restricciones de tráfico este fin de semana. Empezarán a las 22.30 horas del día 23 y se prolongarán hasta el día 26.
La Ronda del Mig celebrará de una forma particular las fiestas de la Me...
El aguacero del 14 de septiembre atrajo la mayoría de las miradas hacia la plaza de Cerdà, inundada por segunda vez en menos de dos semanas. Pero no fue la única zona dañada por el agua: la Ronda del Mig, a su paso por Badal, también resultó perjudicada. En esa zona, el agua alcanzó los cuatro metros de altura y afectó a las nuevas instalaciones, apenas terminadas. Las tareas de comprobación exigirán restricciones de tráfico este fin de semana. Empezarán a las 22.30 horas del día 23 y se prolongarán hasta el día 26.
La Ronda del Mig celebrará de una forma particular las fiestas de la Mercè. Desde las 22.30 horas del jueves 23, víspera de la fiesta mayor barcelonesa, hasta las 14.00 del domingo 26, el tráfico quedará restringido a un solo carril en cada sentido de la marcha. Las restricciones se repetirán a lo largo de un mes, aunque sólo de noche, con el fin de reducir al máximo el impacto de estas obras en el tráfico de la ciudad. El objetivo de estas restricciones es revisar la totalidad de las instalaciones y corregir los desperfectos causados por las inundaciones del pasado 14 de marzo. Ese día, poco antes incluso de que se inundara la plaza de Cerdà, la ronda empezó a convertirse en una piscina de cuatro metros de profundidad. Las quejas han sido proporcionalmente menores porque, entre otros motivos, no quedaron coches atrapados, al intervenir la Guardia Urbana, a diferencia de lo que ocurrió en Cerdà. Además, estas obras todavía no están terminadas, lo que proporciona mayor fuerza a la explicación de los hechos. La Ronda del Mig, en el tramo de Badal, fue cubierta la pasada primavera, simultáneamente a los trabajos realizados en la plaza de Cerdà. La diferencia es que los de la ronda no estaban terminados porque, una vez que se procedió a la cobertura, se iniciaron los acabados del interior, donde hay una compleja instalación de conductos de luz, agua y ventilación, como corresponde a un túnel que supera el kilómetro y medio de longitud. Un problema de fuego y ventilación en su interior resultaría especialmente complicado, por lo que las obras complementarias a la cobertura merecieron atención especial de los servicios municipales. Durante todo el verano, los operarios han realizado restricciones de tráfico en las horas nocturnas, aprovechando la reducción natural en el movimiento de vehículos. Estas restricciones han afectado a las dos direcciones y han supuesto, en general, la reducción de los dos carriles a uno, que a veces ha sido el arcén de servicios. Esta zona de la ronda tenía antes de las obras tres carriles, pero apenas arcén donde pudiera pararse un vehículo averiado o accidentado. Al acometerse la reforma se optó por reducir un carril en cada sentido y dar amplio recorrido a los coches que se incorporaran en las entradas de las calles Constitución y Sants en dirección a Sarrià, y en las de Les Corts, avenida de Madrid y Badal en dirección a la Zona Franca y el aeropuerto. Las restricciones se hacían, hasta la semana antes del aguacero del día 14, sin advertirlo a los conductores. Aunque los vecinos de las obras sí eran advertidos con folletos, los usuarios que vivían alejados de la zona se topaban con los desvíos sin advertencia previa. El Ayuntamiento ha decidido que en adelante se instalará algún tipo de cartel que advierta a los conductores de los cortes que se produzcan, en especial de los que tengan carácter regular.