Velázquez, a la moda de los noventa

Seguramente que a la infanta Margarita, la elegante niña que Velázquez retrató en el centro de Las Meninas, le hubiese gustado llevar alguno de los lujosos vestidos de Victorio & Lucchino, esos que desde ayer se muestran en Sevilla, en la casa natal del pintor. Aunque les faltaba el miriñaque para el gusto de la época, muchos de los tejidos que usan los modistos sevillanos son tan suntuosos y bellos como los que vestía la rubia infanta. Victorio & Lucchino, que tienen instalado su taller en la casa en la que nació Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, han llegado a un acuerdo con el Patronato...

Seguramente que a la infanta Margarita, la elegante niña que Velázquez retrató en el centro de Las Meninas, le hubiese gustado llevar alguno de los lujosos vestidos de Victorio & Lucchino, esos que desde ayer se muestran en Sevilla, en la casa natal del pintor. Aunque les faltaba el miriñaque para el gusto de la época, muchos de los tejidos que usan los modistos sevillanos son tan suntuosos y bellos como los que vestía la rubia infanta. Victorio & Lucchino, que tienen instalado su taller en la casa en la que nació Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, han llegado a un acuerdo con el Patronato Provincial de Turismo de Sevilla para abrir al público el edificio en el que trabajan desde el inicio de su carrera. La casa del siglo XVI, ubicada en la calle Padre Luis María Llop, está abierta al público desde ayer, desde las diez de la mañana hasta las seis de la tarde. Las estancias por las que se paseó Velázquez en su niñez se han convertido ahora en una especie de museo de la moda en el que los diseñadores sevillanos resumen el trabajo de la última década. "Nuestras creaciones no tienen ninguna relación con Velázquez, salvo que las inspira la misma luz que él vio al nacer. Trabajar en este entorno es mucho más agradable que hacerlo en un sitio lleno de moquetas y plásticos", comentaba ayer José Víctor Rodíguez Caro, Victorio. "Hoy es un día fantástico y no sólo para nosotros, sino también para Sevilla que podrá admirar, en el mismo sitio en el que nació un genio universal de la pintura, el arte vivo y actual que hacemos nostros", decía emocionado José Luis Medina del Corral, Lucchino. Para tan señalada ocasión, toda la calle se vistió de gala y la pequeña casa del autor de La rendición de Breda -en la que no queda ninguno de los objetos o muebles del artista- se llenó de los flashes de la prensa del corazón y de famosos como Bibiana Fernández o Raquel Revuelta. La alegría de los creadores la compartía ayer el alcade de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, quien aseguró que la apertura al público de la casa del pintor era el primero de los grandes acontecimientos con los que Sevilla celebrará el cuarto centenario del nacimiento de tan ilustre hijo. "Velázquez nació en Sevilla, vivió en Sevilla y, todavía hoy, sigue siendo vecino de Sevilla porque muchas de las cosas que él vio aún permanecen", asegura el alcade. Los modistos sevillanos, que ahora tienen que firmar Destino Sevilla mientras que se resuelve el litigio que tienen con la empresa Puig por su nombre, han mantenido la estructura original de la casa, sus patios y rincones. El visitante, previo pago de 800 pesetas, subirá por estrechas escaleras y recorrerá patios en los que, de pronto, se topará con un despampanante vestido realizado en una especie de tela de arpillera, con capa incluída, de la colección Sueños del camino. En el primer piso, Victorio y Lucchino han instalado una selección de sus trajes de novia. Brocados, pedrería y tules en colores marfil que pertenecen a la series Blanca seducción y Romanza. "Creemos en los sitios mágicos, con buenas vibraciones y éste es uno de ellos", asegura Lucchino quien también desveló que han realizado la elección de los modelos que exponen "por cuestiones emocionales".