Bienestar Social suspende a su delegado en el Ripollès

El Departamento de Bienestar Social de la Generalitat dictó ayer la suspensión cautelar de funciones de su delegado en la comarca del Ripollès, Valentí Clarena, que tiene abierto un expediente disciplinario por un supuesto desfalco en un hogar de ancianos de la población. Clarena, que es también el delegado de CDC en la comarca, gestionaba el dinero del centro y supuestamente desvió 1,5 millones de pesetas, destinados al pago de proveedores de la residencia, en su beneficio personal. El presunto fraude de Clarena se destapó cuando diversos establecimientos y restaurantes de la población no re...

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El Departamento de Bienestar Social de la Generalitat dictó ayer la suspensión cautelar de funciones de su delegado en la comarca del Ripollès, Valentí Clarena, que tiene abierto un expediente disciplinario por un supuesto desfalco en un hogar de ancianos de la población. Clarena, que es también el delegado de CDC en la comarca, gestionaba el dinero del centro y supuestamente desvió 1,5 millones de pesetas, destinados al pago de proveedores de la residencia, en su beneficio personal. El presunto fraude de Clarena se destapó cuando diversos establecimientos y restaurantes de la población no recibieron los fondos que la junta del centro había dispuesto y las facturas se fueron acumulando. Aparentemente, la junta del hogar de ancianos descubrió su agujero contable e intentó taparlo sin que el caso trascendiera a la opinión pública. La junta del hogar de jubilados decidió no informar al Departamento de Bienestar Social e incluso pagó con fondos propios unas 400.000 pesetas para hacer frente a las deudas más urgentes. Durante el pasado verano, Valentí Clarena habría devuelto unas 800.000 pesetas. Bienestar Social ya expedientó a Clarena en febrero de 1993, aunque el caso acabó archivado. En aquella ocasión estaba acusado de utilizar el local de Bienestar Social para realizar tareas del partido. El delegado de CDC justificó el uso del teléfono y el fax de la sede de la delegación de Bienestar Social afirmando que en el local de CDC todavía no se había podido instalar. Los fax con el membrete de CDC en el que constaba el número de teléfono de Bienestar Social constituyeron la prueba del caso.

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