El derribo de la casa del escultor Josep Clarà reaviva la vieja polémica sobre el cierre del museo

Era un derribo anunciado, pero aun así la vieja herida que arrastran consigo los defensores del desaparecido Museo Clarà se ha reabierto con el derribo de la vivienda del escultor en la calle de Calatrava de Barcelona. En lo que fuera el estudio del artista se han realizado ya las obras de rehabilitación y adecuación para transformarlo en biblioteca de barrio. El Ayuntamiento de Barcelona ha invertido 114 millones de pesetas en esta nueva instalación, que se completará con un jardín de esculturas que se extenderá al solar ocupado ahora por la casa que se derriba.

La biblioteca, que ocup...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Era un derribo anunciado, pero aun así la vieja herida que arrastran consigo los defensores del desaparecido Museo Clarà se ha reabierto con el derribo de la vivienda del escultor en la calle de Calatrava de Barcelona. En lo que fuera el estudio del artista se han realizado ya las obras de rehabilitación y adecuación para transformarlo en biblioteca de barrio. El Ayuntamiento de Barcelona ha invertido 114 millones de pesetas en esta nueva instalación, que se completará con un jardín de esculturas que se extenderá al solar ocupado ahora por la casa que se derriba.

La biblioteca, que ocupa 762 metros cuadrados distribuidos en dos plantas y albergará inicialmente 15.000 documentos, se inaugurará durante el primer trimestre del próximo año, al mismo tiempo que el jardín de esculturas, cuyas obras salieron a concurso a finales del pasado mes. Fuentes del Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB) explican que todos los informes técnicos solicitados coincidían en declarar la casa vivienda de Clarà en estado ruinoso, por lo que, al no estar catalogada ni tener a su juicio elementos arquitectónicos de interés, era preferible y menos costoso el derribo del edificio que su rehabilitación para nuevos usos. En el lugar que aún ocupa parcialmente la casa -el derribo se está produciendo estos días- se construirá un jardín que se sumará al que ya existía en el conjunto de vivienda y taller que la hermana del artista donó al Ayuntamiento de Barcelona en 1981. En este jardín se ubicarán seis esculturas de Clarà, aún por determinar, procedentes de los fondos que el Museo de Arte Moderno de Barcelona (MAM-MNAC) guarda desde 1996 y que inicialmente se encontraban en la casa museo, cerrada por el Ayuntamiento en 1996. El cierre de este museo y el reparto de los fondos entre el MNAC y el Museo Comarcal de la Garrotxa en Olot fue objeto de una fuerte polémica. La Asociación de Amigos del Museo Clarà organizó diversas manifestaciones -las únicas realizadas en Barcelona en favor de un museo-, consiguió apoyos políticos -insuficientes para cambiar la decisión municipal- y apoyó en todo momento a la sobrina del escultor, Josette Clarà, que denunció al Ayuntamiento de Barcelona por no haber cumplido las condiciones del legado y exigía que la herencia revirtiera en ella. La Audiencia de Barcelona desestimó la petición de Josette Clarà, aunque censuró claramente la actuación municipal en este caso. Sin posible salida legal ni política, los Amigos del Museo Clarà han desistido de organizar nuevos actos públicos, pero siguen manifestando a través de comunicados su descontento por el derribo de la antigua vivienda y acusan al Ayuntamiento de "menospreciar" a los ciudadanos. "No ha sido una sorpresa, pero aun así estamos horrorizados", señaló ayer Joan Oliver, vicepresidente de la asociación. "En el caso Clarà sólo se ha hablado de colección, pero lo importante era poder ver las obras en el contexto en el que fueron creadas. La casa estaba impregnada con el espíritu de la época noucentista del artista". En la nueva biblioteca -que en el futuro podría ampliarse- se destinará una sala especializada en escultura, con especial atención a Clarà.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En