Triste antecedente

Una pulsera como la que llevarán las 5 mujeres de Girona probablemente habría salvado la vida a Maria Àngels Boadas. En junio de 1997, su ex marido, Jaume Puig Carbó, concertó una cita con Boadas haciéndose pasar por una potencial compradora de productos de la firma que ella se dedicaba a vender a domicilio. Boadas acudió inocentemente a la cita y una vez en el interior de la casa descubrió a su ex marido disfrazado de mujer, que le asestó 17 puñaladas mortales. La víctima, que vivía bajo la constante amenaza de muerte de su ex marido, llevaba siempre un teléfono móvil, por indicación de la po...

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Una pulsera como la que llevarán las 5 mujeres de Girona probablemente habría salvado la vida a Maria Àngels Boadas. En junio de 1997, su ex marido, Jaume Puig Carbó, concertó una cita con Boadas haciéndose pasar por una potencial compradora de productos de la firma que ella se dedicaba a vender a domicilio. Boadas acudió inocentemente a la cita y una vez en el interior de la casa descubrió a su ex marido disfrazado de mujer, que le asestó 17 puñaladas mortales. La víctima, que vivía bajo la constante amenaza de muerte de su ex marido, llevaba siempre un teléfono móvil, por indicación de la policía, e iba siempre acompañada de su madre, que en esta ocasión se quedó en la calle a la espera de que su hija finalizara el supuesto contacto comercial.

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