Entrevista:JOAN MIQUEL NADALALCALDE DE TARRAGONA

"CiU tiene que cambiar su mensaje político"

Joan Miquel Nadal ocupó, hoy hace 10 años, su cargo como alcalde de Tarragona mediante una moción de censura que desbancó al socialista Josep Maria Recasens. Sus detractores resaltan los casos por presunta corrupción pendientes todavía de resolución judicial, su histrionismo y una acusada tendencia a la prepotencia. Ninguno de ellos, sin embargo, niega la transformación, fundamentalmente urbanística, que ha vivido la ciudad durante su mandato. Nadal se ha caracterizado por ser l"enfant terrible de su partido, Convergència Democràtica, con frecuentes salidas de tono y opiniones contrarias al pe...

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Joan Miquel Nadal ocupó, hoy hace 10 años, su cargo como alcalde de Tarragona mediante una moción de censura que desbancó al socialista Josep Maria Recasens. Sus detractores resaltan los casos por presunta corrupción pendientes todavía de resolución judicial, su histrionismo y una acusada tendencia a la prepotencia. Ninguno de ellos, sin embargo, niega la transformación, fundamentalmente urbanística, que ha vivido la ciudad durante su mandato. Nadal se ha caracterizado por ser l"enfant terrible de su partido, Convergència Democràtica, con frecuentes salidas de tono y opiniones contrarias al pensamiento único convergente, que se le perdonan porque sigue siendo, pese a la progresiva pérdida de votos, el único alcalde de CiU en una capital de provincia. Pregunta. La noche electoral, tras una pérdida de votos convergentes en Tarragona, usted defendió la necesidad de un análisis a fondo. ¿Conclusiones? Respuesta. Hay tres aspectos que analizar: el mensaje de CiU en general debe agudizarse, virar hacia asuntos más sociales; segundo, en unas elecciones municipales, la atención se centra en Barcelona, la información que aparece es, en un 80%, de la campaña en Barcelona. Si el mensaje no es correcto allí (y no lo fue porque no fue percibido por el elector), repercute sobre toda Cataluña. El mensaje en toda Cataluña era incorrecto; por último, en Tarragona cometimos el error de hacer una campaña basada en las encuestas, por lo que se creyó conveniente no radicalizar el debate. No hubo debate político, nuestro electorado se confió y no acudió a votar. P. Entonces, el error de Barcelona, ¿fue el candidato o el mensaje? R. No se hizo un mensaje de oposición, crítico. El mensaje del poder es ilusión: "Haremos esto porque ya hicimos esto otro". El de la oposición debe ser crítico, a ras de tierra, hablar de impuestos, calles, farolas... Si el que gobierna dice: "Iremos a la Luna", su oponente no debe decir: "Nosotros a Marte", porque el ciudadano responde: "Tan lejos no se puede ir". Y se quedan con la Luna. Por otra parte, si se apuesta por una número dos como Magda Oranich, la apuesta es hasta el final y a jugarlo todo. Oranich no tuvo el protagonismo que hubiera tenido que desempeñar. P. ¿Qué pasará en las autonómicas? R. La situación es diferente, dado que ahora es CiU la que puede decir "haremos esto y lo otro". De ahí el eslogan Fem i farem. Pero CiU tiene que cambiar su mensaje político. Debe virar hacia asuntos a los que la sociedad es más sensible: las pensiones, la situación de las viudas, los autónomos... Tenemos la ley de parejas de hecho más importante de toda Europa, entre otras, pero parece que nadie se haya enterado. P. De su valoración de los resultados municipales se desprende que cree que los asuntos judiciales que pesan sobre usted no han afectado para nada. R. Afectan de forma personal y nadie se puede imaginar qué y cómo son seis años así. Pero en las elecciones no. De lo contrario no hubiéramos obtenido estos resultados. Hemos ganado, ¿o no? Si hemos bajado, hemos bajado desde un lugar tan alto, que al resto de fuerzas les ha sido imposible llegar a tocarnos. Los nuestros han sido de los mejores resultados en Cataluña. Los asuntos judiciales no han afectado en absoluto, lo que también es muy triste, porque permite concluir que si no afecta, es porque la gente no cree en la justicia. P. Viniendo de un abogado, es una afirmación un poco dura... R. La gente no cree en lo que se le está haciendo al alcalde. Lo que quiere decir que la justicia en general no tiene la misma credibilidad que puede tener una persona. Y eso es triste. P. Se ha archivado uno de los casos en su contra, el asunto Morrots... R. Formúlelo como una pregunta. P. ¿Se ha archivado el asunto Morrots? R. No lo sé. Eso dicen los periódicos. ¿Cómo se han enterado, tratándose de un supuesto expediente reservado? No ha habido comunicación judicial al Ayuntamiento. ¿Es normal que me tenga que enterar por la prensa? Analizando la posición del político, como hombre público, en estos casos llegamos a la conclusión de que a éste se le puede decir cualquier barbaridad en los medios y no sucede absolutamente nada. ¿Y el derecho a que me protejan a mí? Con las sentencias existentes en la mano, los políticos estamos equiparados, judicialmente y respecto a lo que se dice en la prensa, a Mar Flores o al conde Lequio. Es absolutamente inaceptable. P. Siguiendo con la cuestión judicial. Los vecinos que piden la gratuidad de la autopista por la peligrosidad de la N-340 pretenden demandar al Estado, a la Generalitat y al Ayuntamiento. R. Sería extraño que incluyeran al Ayuntamiento. E imprudente por su parte, teniendo en cuenta que el municipio no tiene competencias en materia de carreteras. Pero reitero que las demandas actuales de los vecinos y las que se iniciaron hace un año son diferentes. Ahora protestan siempre los mismos, que mantienen una intransigencia total. Y las últimas fotografías de las protestas demuestran que son sólo 40. P. Pero la gratuidad para todos, ¿no resolvería el problema hasta que exista la variante? R. Sería trasladar un problema de un lugar a otro. La autopista requiere de un tercer carril con urgencia. Si no, tendremos que empezar a hablar de accidentes no sólo en la N-340. El tramo L"Hospitalet de l"Infant-El Vendrell es absolutamente peligroso. El problema es la N-340 y discutir sobre otras cuestiones podría dilatar la construcción de la variante. Precisamente, el gran éxito de Tarragona ha sido reducir el plazo en que ésta debía terminarse del año 2007 al 2001. P. Pero mientras tanto, quienes sufren son los transportistas, contra los que Tarragona ha intensificado los controles para obligarles a coger la autopista. R. Me parece que es una conducta responsable mientras la situación de la N-340 sea la actual. Comprendo que la carretera, desde Castellón hasta prácticamente el Ordal, es óptima para ellos desde todos los puntos de vista. Utilizan dos marchas menos, el trazado es más recto y los servicios complementarios de restauración o gasolineras son mejores que en la autopista. Pero si existe un tramo peligroso, me parece una conducta responsable hacerles coger la autopista. En septiembre, una vez firmado el convenio para la construcción de la variante, confío en que tendrán la gentileza de hacer la autopista gratuita para los camiones. P. Otro de los asuntos polémicos ha sido la denegación a Tarragona del distintivo de Patrimonio de la Humanidad. Usted se queja de la falta de presupuestos para inversiones patrimoniales. El ente de gestión que integrará a las tres administraciones ¿resolverá el problema? R. El ente de gestión permitirá definir qué hay que hacer y establecer un compromiso sobre qué ha de poner cada Administración para ello. Hasta ahora Tarragona ha tirado fundamentalmente de sus presupuestos municipales. Pero una ciudad como ésta, si quiere poner al día su patrimonio, necesita muchos miles de millones, con la dificultad añadida de que estamos viviendo encima de los restos históricos. No podemos trasladar la ciudad actual, ni arrasarla como Guernika para que salgan los restos romanos. Y es aquí donde radica la excepcionalidad que exige la Unesco para dar el distintivo, en la convivencia entre lo antiguo y lo actual. Pero es precisamente la superposición de ciudades la que hace que el proyecto sea más caro.

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