La sismología continúa sin poder predecir los terremotos

A las puertas del siglo XXI, los sismólogos no han logrado revelar las claves para predecir los terremotos. A pesar de las investigaciones que realizan científicos de numerosos países, principalmente norteamericanos, japoneses y chinos, los seísmos continúan siendo un secreto para los especialistas y una amenaza para el ser humano. Movimientos sísmicos como el ocurrido la madrugada del sábado en la localidad murciana de Calasparra son fenómenos que ocurren habitualmente, pero que no causan ningún daño. No existe ningún indicio científico para predecir un seísmo, ni siquiera en áreas donde est...

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A las puertas del siglo XXI, los sismólogos no han logrado revelar las claves para predecir los terremotos. A pesar de las investigaciones que realizan científicos de numerosos países, principalmente norteamericanos, japoneses y chinos, los seísmos continúan siendo un secreto para los especialistas y una amenaza para el ser humano. Movimientos sísmicos como el ocurrido la madrugada del sábado en la localidad murciana de Calasparra son fenómenos que ocurren habitualmente, pero que no causan ningún daño. No existe ningún indicio científico para predecir un seísmo, ni siquiera en áreas donde están muy avanzados los estudios, como en California (EEUU). Hasta ahora, los sismólogos han encontrado en la estadística al gran aliado para intentar prevenir los daños que ocasionan este tipo de desastres. Durante los últimos 600 años, en España se suele producir un terremoto destructor cada siglo. El último importante, que superó los 6,5 grados en la escala Richter, ocurrió en Arenas del Rey (Granada) en 1884, destruyó 17.000 casas, arrasó varios pueblos y provocó la muerte de unas ochocientas personas. En España nunca se ha producido un terremoto que haya superado los 7 grados en la escala Richter, debido a que los bloques que están empujando son pequeños y ceden con cierta facilidad.

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