EL MÉDICO EN CASA La anorexia se agrava en verano
La anorexia es una de las enfermedades más complejas que hoy pueden encontrarse los médicos en las consultas. Lo peor es que va en aumento. "Y en verano, la anorexia nerviosa, se ve más. Precisamente, éste puede ser el momento detonante para descubrir y aceptar la enfermedad", señala Pedro Pablo García Luna, jefe de la Unidad de Nutrición del Hospital Virgen del Rocío. Las causas, todavía, son difíciles de explicar. En ella intervienen trastornos alimentarios (malos hábitos); pero también factores genéticos, psicológicos, ambientales, socioculturales, alteraciones endocrinas... Los especialis...
La anorexia es una de las enfermedades más complejas que hoy pueden encontrarse los médicos en las consultas. Lo peor es que va en aumento. "Y en verano, la anorexia nerviosa, se ve más. Precisamente, éste puede ser el momento detonante para descubrir y aceptar la enfermedad", señala Pedro Pablo García Luna, jefe de la Unidad de Nutrición del Hospital Virgen del Rocío. Las causas, todavía, son difíciles de explicar. En ella intervienen trastornos alimentarios (malos hábitos); pero también factores genéticos, psicológicos, ambientales, socioculturales, alteraciones endocrinas... Los especialistas aseguran que para empezar a tratarla hay que "armonizar el entorno familiar" primero, y ordenar el marco alimentario, después. Es decir, la persona anoréxica, en muchos casos, comienza a serlo cuando en el seno de su familia se producen conflictos. Unos conflictos que pueden ser afectivos, de relación entre sus miembros, o estar asociados a la comida. La mayoría de las personas ignoran todavía lo importante que es aprender a comer para tener una buena salud. La comida tiene que ver mucho con nuestra armonía vital. La persona anoréxica necesita que este marco sea armónico. La anorexia es una enfermedad grave y crónica; tanto que a veces termina con la muerte de quien la padece. Su caldo de cultivo es la juventud, sobre todo las chicas. Nueve de cada diez personas que la padecen son mujeres. "Y además, se da la paradoja de que la mayoría son inteligentes y buenas estudiantes", dice García Luna. Pero se ven gordas. Tristeza, ansiedad, y tendencia a la depresión son, entre otros, los primeros síntomas. Después no habrá más remedio que acudir al médico y activar la relación familiar haciéndola lo más positiva posible para romper el esquema infernal que esta sociedad señala: delgadez igual a belleza y a éxito.