CRISIS EN RUSIA

La confederación, modelo para el nuevo Estado

Leonid Drachevski, ministro ruso para la Confederación de Estados Independientes (CEI), asegura que la unión de Rusia y Bielorrusia será la de dos países que conservarán plenamente su soberanía, y que la nueva entidad se ajustará, más bien, al modelo de una confederación.También sostiene que el liderazgo de la unión será ejercido por un Consejo Supremo integrado por los dos jefes de Estado, los primeros ministros y los presidentes de las Cámaras de los respectivos Parlamentos. En este órgano regirá el principio de "una parte, un voto", lo que en la práctica obligará a la unanimidad. Supuestame...

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Leonid Drachevski, ministro ruso para la Confederación de Estados Independientes (CEI), asegura que la unión de Rusia y Bielorrusia será la de dos países que conservarán plenamente su soberanía, y que la nueva entidad se ajustará, más bien, al modelo de una confederación.También sostiene que el liderazgo de la unión será ejercido por un Consejo Supremo integrado por los dos jefes de Estado, los primeros ministros y los presidentes de las Cámaras de los respectivos Parlamentos. En este órgano regirá el principio de "una parte, un voto", lo que en la práctica obligará a la unanimidad. Supuestamente, habrá también un Gobierno y un Parlamento comunes.

Según Drachevski, Yeltsin no será, ni podrá serlo, presidente de la unión, y la prensa se pasa de rosca con las especulaciones de que puede ocurrir justo lo contrario. Sin embargo, Lukashenko insiste en que debe existir un líder, "que no tendría que llamarse necesariamente presidente", y "un poder supranacional" para que la unión sea algo más que papel mojado. La declaración firmada por los dos países el pasado diciembre se limitaba a señalar que deberían crearse "cuerpos supranacionales conjuntos".

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Parlamentarios de los dos países han votado a favor de incorporar a Yugoslavia a la unión, como ya hicieron las Cámaras respectivas en plena crisis de Kosovo. Esa posibilidad es remota, no obstante, y preocupa menos en Occidente que el posible contagio en Rusia del modelo soviético bielorruso.

El proceso está agudizando el nacionalismo en algunas regiones rusas, como Tatarstán, cuyo presidente, Mintimer Shaimiyev, sostiene que, si de lo que se trata es de crear un nuevo Estado, su república (uno de los 89 sujetos de la Federación Rusa), reclamará el derecho a jugar un papel diferenciado en el mismo. Lukashenko ha denunciado esta actitud, que, dice, sólo puede dañar el proceso de integración, y recuerda que la unión se plantea entre dos países "soberanos e internacionalmente reconocidos".

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