CRISIS POLÍTICA EN CEUTA Y MELILLA

El GIL planea convertir Ceuta en un próspero "paraíso fiscal"

"Voy a arrasar en Ceuta y voy a arrasar en Melilla para defender mejor los intereses de Marbella", amenazó Jesús Gil y Gil, presidente del GIL y alcalde marbellí, durante la campaña electoral previa a los comicios del 13 de junio.Pero no todo fueron promesas para Marbella. Jesús Gil Marín, secretario general del GIL e hijo del líder máximo del partido, puso en febrero pasado el modelo de la excolonia británica de Hong Kong como ejemplo de lo que su partido querría hacer con Ceuta: convertir esta ciudad "geopolíticamente estratégica" en un centro internacional de negocios.

La idea del GI...

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"Voy a arrasar en Ceuta y voy a arrasar en Melilla para defender mejor los intereses de Marbella", amenazó Jesús Gil y Gil, presidente del GIL y alcalde marbellí, durante la campaña electoral previa a los comicios del 13 de junio.Pero no todo fueron promesas para Marbella. Jesús Gil Marín, secretario general del GIL e hijo del líder máximo del partido, puso en febrero pasado el modelo de la excolonia británica de Hong Kong como ejemplo de lo que su partido querría hacer con Ceuta: convertir esta ciudad "geopolíticamente estratégica" en un centro internacional de negocios.

La idea del GIL es cambiar el estatuto fiscal de Ceuta por otro que aumente las competencias de esta ciudad con rango similar al de una comunidad autónoma. "Ceuta está destinada a tener protagonismo financiero y fiscal, en lugar de pedirle dinero al Estado", afirmó sin más explicaciones su secretario general en la campaña. Gil Marín llegó a defender el término paraíso fiscal: "Cuando empieza a serlo se dice que entra dinero negro, pero una vez se implantan se basan en dinero limpio y en la riqueza que genera a una zona".

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Gestores, no políticos

Promesas estrella del partido de los Gil son construir un aeropuerto sobre el mar, un hospital nuevo y una planta de eliminación de residuos sólidos. Ya han firmado "protocolos privados" con una empresa española y otra británica para estos proyectos. Pero con la mayoría absoluta a su alcance, nada impedirá que apruebe su Plan de Ordenación Urbana un partido que presume de carecer de soporte ideológico ("somos gestores, no políticos") y que defiende la filosofía de empresa aplicada a la gestión municipal.En Melilla, el GIL se ha hecho también con la Consejería de Obras Públicas. Su presidente tiene casi un centenar de querellas por delitos urbanísticos y ecológicos. Hay planes, similares a los realizados en Marbella, para convertir Ceuta en una ciudad limpia y segura. Una de las mayores ambiciones de Gil es "asegurar la tranquilidad" de sus habitantes. Antonio Sampietro, probable presidente de Ceuta, expresó durante la campaña su preocupación por determinado crecimiento demográfico: "Los españoles de origen europeo tienen una esposa y un máximo de dos hijos; los musulmanes tienen varias mujeres, procrean una media de cinco hijos y son poco aficionados al preservativo. Las mezquitas dominarán pronto el paisaje urbano".

"Ideologías las que queráis, pero a mí no me sirven de nada. Son el pretexto de los incapaces para vivir del cuento", manifestó Gil en la campaña que le ha llevado a gobernar las dos plazas españolas en África.

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