El urbanismo y la implantación de la LOGSE centran las quejas al Síndic de Greuges
La actividad urbanística y la lenta implantación de la LOGSE motivaron el mayor número de quejas al Síndic de Greuges, Luis Fernando Saura, que el año pasado tramitó 1.131 reclamaciones, una cifra sensiblemente menor que la de los dos ejercicios anteriores. Saura presentó ayer el informe anual correspondiente a 1998, que señala al Ayuntamiento de Alicante y a la Consejería de Medio Ambiente como dos de las administraciones más hostiles hacia la institución encargada de defender a los ciudadanos de posibles abusos. Este es el primer informe anual hecho por Saura.
En su informe, el Síndic...
La actividad urbanística y la lenta implantación de la LOGSE motivaron el mayor número de quejas al Síndic de Greuges, Luis Fernando Saura, que el año pasado tramitó 1.131 reclamaciones, una cifra sensiblemente menor que la de los dos ejercicios anteriores. Saura presentó ayer el informe anual correspondiente a 1998, que señala al Ayuntamiento de Alicante y a la Consejería de Medio Ambiente como dos de las administraciones más hostiles hacia la institución encargada de defender a los ciudadanos de posibles abusos. Este es el primer informe anual hecho por Saura.
En su informe, el Síndic de Greuges señala que la contaminación acústica es uno de los problemas que mayores quejas provoca en los ciudadanos, especialmente en las grandes ciudades.También la intensa actividad urbanística ha tenido su reflejo en el número de abusos denunciados. Así, la institución pone de manifiesto que la principal preocupación de los propietarios de suelo se refiere a lo que consideran "exorbitantes facultades del agente urbanizador, tanto para realizar los convenios urbanísticos preliminares, como para proponer a la Administración la ulterior reparcelación". Tras las cuestiones urbanísticas, la educación ha sido el principal foco de quejas. La implantación de la LOGSE, según el informe del Síndic de Greuges, se ha traducido en "una constante exigencia en materia de mantenimiento y convervación de los centros escolares, así como en la petición de nuevos centros docentes". En un informe mucho más anodino que los anteriores respecto a las actuaciones incorrectas de las Administraciones públicas, el Síndic de Greuges señala que la elección de centro, la admisión de alumnos, el estado de la red docente, el sistema de becas y las carencias en la educación en valenciano han sido elementos de queja reiterados. Entre las quejas referidas al sistema educativo, el agrupamiento de colegios rurales, la educación permanente de adultos y la falta de líneas en valenciano también merecen mención específica por parte del Síndic. Sin embargo, llama la atención que pese a reconocer las deficiencias existentes para respetar los derechos de los valencianohablantes, Saura indica que todas sus recomendaciones "han de ser compatibles con el más absoluto respeto de los derechos de los ciudadanos cuya lengua habitual es el castellano, propio de la cooficialidad lingüística instaurada". Las actuaciones de los ayuntamientos son el tercer foco en importancia de quejas, seguidas de las provocadas por cuestiones laborales, hacienda, sanidad y servicios sociales. Entre las Administraciones que menos han cooperado con el Síndic de Greuges, el informe apunta de manera inequívoca al Ayuntamiento de Alicante y a la Consejería de Medio Ambiente, que se ha negado a informar sobre sus actuaciones en el marjal de Pego, la construcción de una pista forestal en L"Albufera y el censo de aves acuáticas en zonas húmedas.