Quién fue Josefa Valcárcel
En el suplemento Madrid del día 8 de julio de 1999 se publicó una reseña relativa a la publicación del libro titulado Madrid se escribe con M de mujer. En ésta se recoge una entrevista con su autor, don Pancracio Celdrán, que manifiesta, entre otras cosas, su ignorancia sobre quién pudo ser Josefa Valcárcel, persona que tiene placa en el callejero madrileño.Doña Josefa Valcárcel fue, con otras personas, algunas de las cuales también cuentan con sitio en el callejero de Madrid, en la misma zona en que se enclava ésta, suscriptora de acciones en los inicios de la Compañía Madrileña de Urb...
En el suplemento Madrid del día 8 de julio de 1999 se publicó una reseña relativa a la publicación del libro titulado Madrid se escribe con M de mujer. En ésta se recoge una entrevista con su autor, don Pancracio Celdrán, que manifiesta, entre otras cosas, su ignorancia sobre quién pudo ser Josefa Valcárcel, persona que tiene placa en el callejero madrileño.Doña Josefa Valcárcel fue, con otras personas, algunas de las cuales también cuentan con sitio en el callejero de Madrid, en la misma zona en que se enclava ésta, suscriptora de acciones en los inicios de la Compañía Madrileña de Urbanización, sociedad creada en el año 1894 por Arturo Soria y Mata para el desarrollo de la Ciudad Lineal. En aquel grupo de inversores se encontraba la citada Josefa Valcárcel. La revista La Ciudad Lineal, fundada por Arturo Soria en 1897 y subtitulada, a partir del año 1917, como Revista científica de higiene, agricultura, ingeniería y urbanización, recoge éstos y otros aspectos de aquel proyecto innovador que supuso una revolución en la ciencia urbanística.
El libro del señor Celdrán, además de lo anteriormente señalado, incurre en algunas otras inexactitudes, destacando, quizá, por su envergadura, la asignación de la calle de la Pasionaria a la persona de Dolores Ibárruri. La Pasionaria que referencia el señor Celdrán en su libro es una calle de la Urbanización Rosa de Luxemburgo, en Aravaca, y se refiere, como tantas otras adyacentes, a nombres de plantas que, como Azafrán, Hinojo, Anís o Capuchina, existen en esa zona desde noviembre del año 1988. Los epítetos descalificadores que el señor Celdrán dedica a Dolores Ibárruri los podría haber recogido en la -inexistente en su libro- entradilla correspondiente al tramo madrileño de la avenida que con ese nombre existe, desde el año 1986, a caballo entre los municipios de Madrid y Rivas-Vaciamadrid, en el seno de la Urbanización Covibar.- . .