Indemnizar
En cierto sentido estoy de acuerdo con la postura del presidente Clinton y del primer ministro británico de no ayudar a Yugoslavia para reconstruir las destrucciones causadas por la guerra. Lo que corresponde es que la OTAN y los países que participaron en los atroces bombardeos de ese país indemnicen a los ciudadanos yugoslavos por los daños en vidas humanas, lesiones y daños materiales causados por su acción. La OTAN adoptó unilateral y libremente, sin previa provocación, sin la menor cobertura del derecho internacional y sin verdadera necesidad, únicamente para obligar a un país soberano a...
En cierto sentido estoy de acuerdo con la postura del presidente Clinton y del primer ministro británico de no ayudar a Yugoslavia para reconstruir las destrucciones causadas por la guerra. Lo que corresponde es que la OTAN y los países que participaron en los atroces bombardeos de ese país indemnicen a los ciudadanos yugoslavos por los daños en vidas humanas, lesiones y daños materiales causados por su acción. La OTAN adoptó unilateral y libremente, sin previa provocación, sin la menor cobertura del derecho internacional y sin verdadera necesidad, únicamente para obligar a un país soberano a allanarse a sus "puntos de vista" sobre una cuestión interna, la gravísima decisión de atacar y arrasar por aire la República Federal de Yugoslavia. Con ello causó, según parece, escasos daños al Ejército de ese país, pero provocó cientos o miles de muertos civiles, miles de heridos y lisiados permanentes y la destrucción de infraestructuras básicas, fábricas civiles, hospitales, medios de comunicación, miles de puestos de trabajo, etcétera. Todo ello como consecuencia de la estrategia y tácticas libremente adoptadas por la OTAN, que deliberadamente puso en gravísimo riesgo a la población civil, si es que no era ella misma una táctica deliberada de aterrorizarla con fines políticos. Consecuentemente, está fuera de discusión la obligación ética y legal de indemnizar por los daños causados a los ciudadanos yugoslavos que han sufrido daños personales o materiales en bienes y empresas, y, por supuesto, a los familiares de las víctimas de semejante atentado.Hago desde aquí un llamamiento a abogados, juristas internacionales, economistas y demás profesionales que puedan aportar algo, así como a instituciones y organizaciones humanitarias, para formar un grupo de ayuda al pueblo yugoslavo que trate de obtener el resarcimiento del daño que injustamente le hemos infligido.- . .