La Cámara de Representantes de EE UU aprueba una ley que refuerza la protección de la libertad religiosa

La policía norteamericana puede detener a un sacerdote católico por dar a beber el vino de la comunión a un menor de edad. Un bombero de religión musulmana corre el riesgo de perder el empleo si se le ocurre dejarse barba. Los familiares de un judío ortodoxo fallecido no consiguen evitar la autopsia que su fe les prohíbe. Después de haber escuchado éstos y otros ejemplos, la Cámara de Representantes de EE UU aprobó el pasado jueves el proyecto de la Ley de Protección de la Libertad Religiosa, un texto que todavía debe pasar por el Senado y por la Casa Blanca.La votación -306 contra 118, reflej...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La policía norteamericana puede detener a un sacerdote católico por dar a beber el vino de la comunión a un menor de edad. Un bombero de religión musulmana corre el riesgo de perder el empleo si se le ocurre dejarse barba. Los familiares de un judío ortodoxo fallecido no consiguen evitar la autopsia que su fe les prohíbe. Después de haber escuchado éstos y otros ejemplos, la Cámara de Representantes de EE UU aprobó el pasado jueves el proyecto de la Ley de Protección de la Libertad Religiosa, un texto que todavía debe pasar por el Senado y por la Casa Blanca.La votación -306 contra 118, reflejo de la mayoría republicana de la Cámara-, fue una victoria para las presiones realizadas por una variopinta coalición de cristianos conservadores, judíos ortodoxos, amish, budistas e iglesias como la de la Cienciología o la iglesia de Por el Peyote hacia Dios. La Casa Blanca anticipó su apoyo a la ley: en 1993, Clinton firmó una similar, pero el Tribunal Supremo la anuló porque entendía que el Congreso se había excedido en su autoridad. Ya en 1990, el Supremo había dictaminado que las prácticas religiosas podían estar sujetas a leyes y normas en diversos niveles en caso de que estas normas "sirvieran al interés público racional, y no fueran específicamente diseñadas para aplastar la religión". Detrás de la decisión del Supremo había una serie de conflictos planteados más por razones de urbanismo -permisos para construir aparcamientos en sinagogas, iglesias o centros religiosos, en su mayoría-, que por los dramáticos casos expuestos en la Cámara.

Los derrotados son diversos grupos defensores de los derechos democráticos, que temen que le ley se convierta en un instrumento de discriminación. En palabras del congresista demócrata Jerrold Nadler, "se suponía que esta ley iba a ser un escudo para proteger los derechos de los ciudadanos, pero algunos la usarán como una espada para atacar esos derechos". Nadler puso como ejemplo el que el propietario de un piso niegue el alquiler por razones religiosas a un homosexual, una pareja de hecho o una madre soltera.

Para los partidarios de la ley, fue "un gran día para la libertad religiosa en Norteamérica", según el republicano Charles Canady.

Archivado En