Dos ayuntamientos, condenados a pagar 16 millones a dos heridos en sus encierros taurinos

El Tribunal Superior de Madrid ha condenado a los ayuntamientos de Belmonte de Tajo y Boadilla del Monte a indemnizar a dos vecinos que resultaron gravemente heridos en festejos taurinos celebrados en ambas localidades con motivo de sus fiestas patronales. El tribunal señala que ambas personas fueron cogidas por reses y sufrieron graves heridas al haber incumplido sendos municipios la normativa sobre espectáculos taurinos. Los jueces entienden que los ayuntamientos incurrieron en responsabilidad patrimonial y deben responder de los daños causados a sus vecinos.

La primera de las dos sen...

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El Tribunal Superior de Madrid ha condenado a los ayuntamientos de Belmonte de Tajo y Boadilla del Monte a indemnizar a dos vecinos que resultaron gravemente heridos en festejos taurinos celebrados en ambas localidades con motivo de sus fiestas patronales. El tribunal señala que ambas personas fueron cogidas por reses y sufrieron graves heridas al haber incumplido sendos municipios la normativa sobre espectáculos taurinos. Los jueces entienden que los ayuntamientos incurrieron en responsabilidad patrimonial y deben responder de los daños causados a sus vecinos.

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La primera de las dos sentencias condenatorias dictadas por el Tribunal Superior en relación con heridos en espectáculos taurinos es la que obliga al Ayuntamiento de Belmonte de Tajo (1.131 habitantes) a indemnizar con 15 millones de pesetas a Jesús P. S. Este vecino "resultó con importantísimas lesiones" tras ser corneado por un toro en la plaza portátil instalada en este municipio con motivo de sus fiestas patronales del verano de 1994. El herido, tras muchos meses convaleciente, pidió al Ayuntamiento que le indemnizase con 15 millones de pesetas por las lesiones más otros tres millones por daños y perjuicios. El Ayuntamiento se negó alegando que no era el responsable del accidente.

261 días de baja

El tribunal no lo entiende así. Destaca que el festejo se celebró "a las tres de la madrugada" y que en él se incumplió lo establecido en el reglamento de espectáculos taurinos: por un lado, hubo "un exceso de aforo en la plaza", y por otro, "nadie impidió" que numerosas personas se concentrasen en el callejón y que la puerta de toriles careciese de control. Todo ello "motivó que una de las reses embistiera" a la víctima y le ocasionase "importantes lesiones". El herido estuvo 261 días de baja, fue sometido a cuatro operaciones y en la actualidad se halla en situación "de invalidez permanente absoluta". Los jueces estiman que el Ayuntamiento incurrió en responsabilidad patrimonial, pues las heridas fueron fruto "del funcionamiento anormal de un servicio público", y, además, 15 millones "no es una cantidad exagerada" si se valoran los graves daños sufridos.

Idéntica responsabilidad ha aplicado la Sección Segunda del Tribunal Superior al Ayuntamiento de Boadilla del Monte (18.000 habitantes). En este caso, la indemnización fijada por los jueces asciende a 1,5 millones de pesetas. El beneficiario de esta indemnización es Francisco P.M., quien, durante un encierro celebrado en esta localidad en octubre de 1992, fue cogido por un toro cuando acudió en ayuda de otra persona que estaba siendo volteada y corneada por una res. Francisco fue lanzado al aire por el animal y empotrado contra un murete. Perdió la conciencia y estuvo de baja 101 días.

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"No había auxiliares"

Según la sentencia, Francisco no habría tenido que salir en ayuda de esa otra persona si hubiesen estado allí "los preceptivos auxiliares de lidia", profesionales capacitados para esquivar la res y evitar accidentes. "Existe un vídeo de un aficionado sobre la cogida, cuyo examen ratifica lo anteriormente expuesto", señalan los jueces a la hora de establecer la responsabilidad de este municipio en la cogida de Francisco.

Para imponer estas sanciones, el tribunal se ha basado, entre otras normas, en un real decreto de 1992 que exige la contratación de profesionales taurinos que auxilien a quienes participen en el espectáculo. En el caso de Boadilla, el Ayuntamiento se negó a indemnizar a Francisco alegando que la responsabilidad era de la empresa contratista del festejo. Los jueces interpretan que es el Ayuntamiento el que debe pagar esa cantidad y luego, en su caso, reclamársela a la empresa contratista si entiende que era ésta la responsable de la ausencia de profesionales en la plaza durante el encierro.

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