Un hombre mata a su mujer en Viladecans en mitad de la calle

Batolomé M. H. cumplió ayer sus amenazas. Armado de una pistola esperó a su mujer, Isabel C. T., de 47 años, y le vació completamente el cargador delante de la cuñada de ésta. La mujer murió en el acto. El matrimonio estaba separado desde hace unos años, cuando la mujer decidió poner punto y final a la relación por los continuos malos tratos que le propinaba su marido. Los hechos ocurrieron en la plaza de las Palmeras de Viladecans, un lugar céntrico y comercial de la ciudad, y a plena luz del día: las seis de la tarde. A esa hora, la víctima salía de comprar en una tienda un regalo para uno...

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Batolomé M. H. cumplió ayer sus amenazas. Armado de una pistola esperó a su mujer, Isabel C. T., de 47 años, y le vació completamente el cargador delante de la cuñada de ésta. La mujer murió en el acto. El matrimonio estaba separado desde hace unos años, cuando la mujer decidió poner punto y final a la relación por los continuos malos tratos que le propinaba su marido. Los hechos ocurrieron en la plaza de las Palmeras de Viladecans, un lugar céntrico y comercial de la ciudad, y a plena luz del día: las seis de la tarde. A esa hora, la víctima salía de comprar en una tienda un regalo para uno de sus hijos, que celebraba su santo, y al volver la esquina el marido le disparó a bocajarro con una pistola Taurus Parabellum. Algunos de los testigos que presenciaron los hechos aseguran que el agresor incluso remató a la víctima cuando ésta yacía en el suelo. Detenido cerca del lugar El presunto homicida, que tenía permiso de armas, se fue del lugar de los hechos andando y la policía, alertada por un comerciante que había oído los disparos, lo detuvo cerca de la rambla de la ciudad. Algunos testigos presenciales señalaron que, el autor de los disparos, se dirigía hacia la comisaría para entregarse. La muerte de Isabel C. T., causó rápidamente una gran conmoción. Se trataba de una persona muy conocida en el casco antiguo de Viladecans porque regentaba, junto a sus dos hijos, un bar de comidas, después de su separación. El cadáver de la mujer permaneció en el suelo cerca de tres horas hasta que el juez decretó su levantamiento.

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