Tribuna:

Perdedores

DE PASADAEn Moclinejo (Málaga), las elecciones del 13-J las perdió una vaquilla. En puridad, serán cuatro concejales del Partido Popular los encargados de hacer oposición al gobierno socialista, pero perder, lo que se dice perder, sólo perdió una vaquilla. Un animal sin ideario ni proyecto político, que corre el riesgo de pagar un altísimo coste electoral y ser devorado por las urnas. En Moclinejo, la campaña electoral rozó gran altura de miras. Desde sus púlpitos, los candidatos del PP aventuraban a los socialistas un cruel destino de comedores de "carne dura" y, cuando ya se les calentaba l...

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DE PASADAEn Moclinejo (Málaga), las elecciones del 13-J las perdió una vaquilla. En puridad, serán cuatro concejales del Partido Popular los encargados de hacer oposición al gobierno socialista, pero perder, lo que se dice perder, sólo perdió una vaquilla. Un animal sin ideario ni proyecto político, que corre el riesgo de pagar un altísimo coste electoral y ser devorado por las urnas. En Moclinejo, la campaña electoral rozó gran altura de miras. Desde sus púlpitos, los candidatos del PP aventuraban a los socialistas un cruel destino de comedores de "carne dura" y, cuando ya se les calentaba la sinrazón, predecían que acabarían comiendo "los cuernos de la vaca". Justo es de reconocer que los primeros en lanzar el bovino a la contienda electoral fueron los propios socialistas, quienes, como gesto de cambio si accedían a la alcaldía, prometieron lidiar una vaquilla y después zampársela. El cambio era bien evidente. Los anteriores gobernantes centristas (del Centro Democrático y Social, de verdad) acostumbraban a festejar su victoria acuchillando unos cuantos cerdos, que luego devoraban entre gustosos parabienes mutuos. El cambio, pues, fue claro: mudar el cerdo por la vaquilla. Antes las elecciones las perdían los cochinos y ahora las terneras. La única esperanza para la res dependía del resultado de la asamblea local del PSOE, donde estaba previsto celebrar un sesudo debate para decidir si le concedían el indulto a la ternera o no. A favor de la indulgencia se pronunció uno de los concejales electos socialistas, Miguel Montañez, con una afirmación ciertamente esperanzadora: "Es muy joven y no tiene la culpa de que hayamos ganado". Montañez apelaba también a la moral para justificar el indulto: "Moralmente nos la hemos comido ya, quizá sea mejor dejarla viva y no matarla tan joven para que la vea la oposición y recuerde el 13-J". La vaquilla socialista de Moclinejo, vistos los informativos televisivos y leídos los diarios, ha sido la única perdedora de la triple jornada electoral, donde casi todos los partidos destacaron su visible avance. Unos por avanzar propiamente, otros por retroceder menos de lo previsto. El otro perdedor identificado públicamente ha sido Jesús Gil, a pesar de ganar algunas alcaldías nuevas. Los partidos han decidido que ya no le otorgan más indultos. TEREIXA CONSTENLA

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