Los conservadores se destacan

Los resultados de la batalla municipal en Navarra reflejan un fuerte ascenso de la Unión del Pueblo Navarro (UPN), coligada con el PP, que gobernará en las principales ciudades, empezando por Pamplona, donde la candidata popular, Yolanda Barcina, será la primera mujer que ocupe su alcaldía. En el complicado mapa navarro, con 272 municipios y varios cientos de pequeños núcleos rurales denominados concejos, la UPN-PP y el PSN-PSOE vuelven a dominar con comodidad los entes locales: entre ambos totalizan cerca del 80% de los concejales elegidos.

No obstante, las fuerzas nacionalistas ...

Los resultados de la batalla municipal en Navarra reflejan un fuerte ascenso de la Unión del Pueblo Navarro (UPN), coligada con el PP, que gobernará en las principales ciudades, empezando por Pamplona, donde la candidata popular, Yolanda Barcina, será la primera mujer que ocupe su alcaldía. En el complicado mapa navarro, con 272 municipios y varios cientos de pequeños núcleos rurales denominados concejos, la UPN-PP y el PSN-PSOE vuelven a dominar con comodidad los entes locales: entre ambos totalizan cerca del 80% de los concejales elegidos.

No obstante, las fuerzas nacionalistas vascas no sólo no pierden presencia en la comunidad, sino que la incrementan ligeramente y pasan a tener opciones claras para conseguir 19 ayuntamientos. Especialmente notable es el ascenso de Euskal Herritarrok (EH) en Pamplona, donde duplica sus ediles y se convierte, de la mano del abogado y escritor Patxi Zabaleta, dirigente histórico de Herri Batasuna (HB), en la segunda fuerza, tras la UPN-PP y por delante del PSN-PSOE.

En conjunto, EH tiene opciones claras para conseguir 19 alcaldías cuando antes poseía nueve. Eusko Alkartasuna puede lograr nueve frente a las 14 que tenía. El PNV mantiene una sola, la de Lesaka. El avance de EH arrebata alcaldías al nacionalismo moderado y, en conjunto, puede administrar la vida de unos 45.000 habitantes de municipios pequeños y de tamaño medio del norte de la comunidad principalmente.

El caso de Estella (Lizarra), elegido por el nacionalismo vasco como escenario de la firma de su declaración política, es significativo. La UPN-PP ha ganado cómodamente y pasa de siete a ocho concejales. Los socialistas, que gobernaban con seis y un pacto con una candidatura local de izquierdas, sufren un retroceso y bajan a cuatro. EH, por el contrario, triplica sus escaños: de uno a tres. EA-PNV repite con uno mientras IU entra en el consistorio con otro.

En Pamplona, con la mitad de la población de Navarra, el electorado ha castigado fuertemente la experiencia del Gobierno tripartito CDN-PSN-IU, haciéndoles perder concejales a todos, y ha premiado a quienes en estos últimos cuatro años se han opuesto por los dos extremos a su gestión.

La catedrática de farmacia de la Universidad Pública de Navarra Yolanda Barcina (UPN-PP), de 39 años, será, con casi total seguridad, la alcaldesa de Pamplona, si bien necesitará alcanzar un pacto previo con los ediles del PSN-PSOE o los de CDN, el grupo del hasta ahora regidor, Javier Chourraut. El nacionalismo moderado de EA-PNV se queda otra vez a las puertas del Ayuntamiento y sin representación alguna.

El avance de EH, la fuerza más votada en los barrios pamploneses de Rochapea, Chantrea, Orvina, Casco Antiguo y Mendillorri, tiene mucho que ver con el tirón personal de Zabaleta, quien en los últimos años ha reiterado pública y repetidamente su rechazo personal a numerosos atentados de ETA.

En Tudela, la segunda ciudad navarra, la UPN-PP gobernará en solitario, con mayoría absoluta, y en Barañáin, el tercer municipio, una lista independiente, apoyada por la UPN, empata a ediles con los socialistas. En Tafalla y Burlada gana también la UPN.