Socialistas y nacionalistas se reparten los márgenes de la ría

Las elecciones municipales dejan un mapa tradicional en los pueblos de Vizcaya: socialistas y nacionalistas a ambos lados de la frontera que marca la ría. En el resto de poblaciones principales de la provincia no se poducen cambios significativos: cada cual acota sus propios terrenos electorales. El PSE-EE domina en prácticamente todas las localidades de la margen izquierda, con la única salvedad de Muskiz, con un voto radicalmente nacionalista (PNV, EH y EA suman 10 de los trece concejales). Barakaldo, Sestao, Portugalete, Santurtzi, Ortuella o Trapagaran observan la victoria de los socialis...

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Las elecciones municipales dejan un mapa tradicional en los pueblos de Vizcaya: socialistas y nacionalistas a ambos lados de la frontera que marca la ría. En el resto de poblaciones principales de la provincia no se poducen cambios significativos: cada cual acota sus propios terrenos electorales. El PSE-EE domina en prácticamente todas las localidades de la margen izquierda, con la única salvedad de Muskiz, con un voto radicalmente nacionalista (PNV, EH y EA suman 10 de los trece concejales). Barakaldo, Sestao, Portugalete, Santurtzi, Ortuella o Trapagaran observan la victoria de los socialistas, aunque en todos los casos necesitaría el apoyo de Izquierda Unida, con presencia muy testimonial en todos los municipios, para hacer frente a un hipotético acuerdo entre los tres partidos nacionalistas. Euskal Herritarrok se mueve entre 2 y 3 concejales en las localidades citadas y el PNV (con o sin EA) entre 3 y 7 concejales. En definitiva un reparto muy tradicional, aunque igualado, que ratifica la presencia socialista en su feudo vizcaíno particular, gracias al hundimiento general de IU. La margen derecha observa una mayor contundencia nacionalista. El PNV arrasa en localidades como Getxo (11 concejales), Erandio (9) o Sopelana (6) y el nacionalismo ratifica esta tendencia con los resultados obtenidos por EH y EA (cuando no acudía en coalición) que asegura mayorías de este signo en Gernika, Mungia, Sopelana o Erandio. Más allá de la ría, el perfil no se desdibuja en ningún caso. La coalición nacionalista o el nacionalismo en general se afianza en la Vizcaya rural y ejerce su liderazgo en otras poblaciones importantes de la provincia como Gernika, Durango o Amorebieta, donde PSE y PP obtienen resultados menores. Otras localides como Basauri, representan un equilibrio mayor entre ambos lados del mapa político. Victoria del PSE en Ermua El socialismo agranda su presencia en Ermua, un pueblo significativo de los cambios operados en el País Vasco. El efecto Totorika ha gestionado en mayor medida el espíritu de esta localidad, elevada al carácter emblemático a raíz de las movilizaciones que siguieron al asesinato por ETA del concejal popular Miguel Ángel Blanco. En Ermua, el PSE obtiene 10 concejales, por 3 del PP, 2 del PNV y uno de Izquierda Unida. En definitiva, Vizcaya afianza sus perfiles básicos: el PSE se sostiene en su reducto particular y resiste en las grandes localidades. La coalición nacionalista se sosporta en la extensión del conjunto de la provincia, mientras EH y PP se quedan en un segundo plano, a expensas de las alianzas electorales o de tiempos mejores. Lo más significativo, como en el conjunto de la Comunidad Autónoma, es el fracaso de Izquierda Unida.

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