Reportaje:

Una carrera de obstáculos

La pérdida de la mayoría absoluta en las eleciones autonómicas de 1995 no ha sido bien digerida por los socialistas valencianos. La rebelión del vicesecretario general del PSPV, Joan Romero, contra su jefe de filas, Joan Lerma, desembocó en un congreso nacional de infarto que ganó el segundo por sólo tres votos de diferencia. Las posteriores elecciones primarias revalidaron a Romero como candidato en contra de las opciones de su aliado formal para derribar a Lerma, Antoni Asunción, y de Clementina Ródenas. La precampaña ya estaba en marcha, Romero aparecía en las vallas, pero la comisión de l...

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La pérdida de la mayoría absoluta en las eleciones autonómicas de 1995 no ha sido bien digerida por los socialistas valencianos. La rebelión del vicesecretario general del PSPV, Joan Romero, contra su jefe de filas, Joan Lerma, desembocó en un congreso nacional de infarto que ganó el segundo por sólo tres votos de diferencia. Las posteriores elecciones primarias revalidaron a Romero como candidato en contra de las opciones de su aliado formal para derribar a Lerma, Antoni Asunción, y de Clementina Ródenas. La precampaña ya estaba en marcha, Romero aparecía en las vallas, pero la comisión de listas se enfrentó al secretario general y un posterior comité nacional refrendó el castigo al candidato. Romero renunció a todos sus cargos en el partido y dejó descabezada la lista. Asunción fue designado candidato por una comisión gestora a sólo dos meses de las elecciones. El ex ministro de Interior y ex presidente de la Diputación de Valencia asume la cabeza de cartel de rebote tras una particular carrera de obstáculos que se ha prolongado durante toda la legislatura.

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