Reportaje:

Rus cambia visita real por símbolo histórico

José Saramago, el último premio Nobel de Literatura, retrata a Xàtiva en su obra Cuadernos de Lanzarote. Sin embargo, tal recompensa significa más un disgusto que un orgullo para los setabenses. El anecdotario del escritor portugués les recuerda que en octubre de 1995, aprovechando la visita oficial del príncipe Felipe a la Comunidad Valenciana, el alcalde de la capital de La Costera tuvo una curiosa iniciativa: Alfonso Rus (PP) ofrecía indultar al rey borbón Felipe V, cuyo retrato cuelga boca abajo en el Museo Municipal como castigo porque ordenó arrasar la ciudad tras la guerra de Sucesión ...

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José Saramago, el último premio Nobel de Literatura, retrata a Xàtiva en su obra Cuadernos de Lanzarote. Sin embargo, tal recompensa significa más un disgusto que un orgullo para los setabenses. El anecdotario del escritor portugués les recuerda que en octubre de 1995, aprovechando la visita oficial del príncipe Felipe a la Comunidad Valenciana, el alcalde de la capital de La Costera tuvo una curiosa iniciativa: Alfonso Rus (PP) ofrecía indultar al rey borbón Felipe V, cuyo retrato cuelga boca abajo en el Museo Municipal como castigo porque ordenó arrasar la ciudad tras la guerra de Sucesión entre los partidarios borbónicos y los del archiduque Carlos de Austria. Para conceder este perdón, el heredero, en nombre de la Casa Real, debía pedir disculpas por el incendio de Xàtiva en 1707 en un acto público. La historia del retrato de Felipe d"Anjou, de escaso valor artístico, es bien sencilla: en 1943 el conservador del Museo Municipal, Carlos Sarthou, decidió exponerlo invertido por la afrenta al pueblo de Xàtiva. Sin embargo, la anécdota pasó a ser una tradición y esta obra del pintor setabense José Amorós se ha convertido con el paso de los años en símbolo de la lucha por las libertades y la identidad del pueblo valenciano. Para el alcalde Rus, su propuesta no era tan descabellada, porque "el príncipe Felipe reinará como Felipe VI y no estaría bien que el cuadro de Felipe V siguiera boca abajo". Con esta pintoresca iniciativa, Alfonso Rus pretendía proyectar la imagen turística del municipio, por lo que el acto de reconciliación con la presencia de su alteza real aportaría grandes beneficios. Pese a ello, entre la población se concitó un acuerdo unánime: "El cuadro se debe quedar como está". Para los setabenses, aunque cualquier miembro de la familia real pidiese disculpas, perder tal símbolo histórico significaba pagar un precio demasiado alto. En buena lógica, no hubo excusas de la Casa Real y el cuadro ha permanecido invertido. El alcalde, Alfonso Rus, nunca ha pedido disculpas.

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