Un paseo a pie por la montaña

Con la idea de la acrópolis, se pretende que los ciudadanos de Barcelona recuperen la montaña, sobre todo para pasear. Algo que no ocurre ahora, ya que la mayoría de los desplazamientos se realizan en coche privado al lugar de destino, por ejemplo, el estadio o la Fundación Joan Miró. El hecho de desplazarse con un vehículo dificulta la posibilidad de pasear. Actualmente, la parte más alta de la montaña es zona de paseo para los turistas y visitantes, que acostumbran a llegar en autobuses; pero no para los propios barceloneses, que han ido conociendo la montaña por fases y a medida que se pla...

Con la idea de la acrópolis, se pretende que los ciudadanos de Barcelona recuperen la montaña, sobre todo para pasear. Algo que no ocurre ahora, ya que la mayoría de los desplazamientos se realizan en coche privado al lugar de destino, por ejemplo, el estadio o la Fundación Joan Miró. El hecho de desplazarse con un vehículo dificulta la posibilidad de pasear. Actualmente, la parte más alta de la montaña es zona de paseo para los turistas y visitantes, que acostumbran a llegar en autobuses; pero no para los propios barceloneses, que han ido conociendo la montaña por fases y a medida que se plasmaba un proyecto, como ocurrió con el Anillo Olímpico. "Ahora toca que los ciudadanos puedan disfrutar de la parte alta de Montjuïc, convertida en un inmenso parque", apuntó el alcalde, quien recordó que el primer impulso de urbanización de Montjuïc fue la exposición Universal de 1929. "Ahora, la fecha fijada es el 2004, coincidiendo con el Fòrum", añadió. El proyecto parte de la concepción de que Montjuïc "ha tenido un carácter secundario para la ciudad y que nunca ha llegado a integrarse plenamente". El estudio, realizado por el Instituto Cerdà, se refiere a la "reconquista" de la montaña y también deja claro que es algo que se deberá hacer "a pie" con auxilio de medios mecánicos en los puntos en que sea necesario, como escaleras mecánicas, ascensores y las cestas del aéreo. El proyecto inicial apuesta por la creación de recorridos y paseos bien definidos en los que se limite el uso de otros medios, como la bicicleta, a itinerarios concretos. Sobre todo, subraya que en el futuro el gran parque tiene que lograr un importante número de paseos e itinerarios libres de vehículos y, por ello, incide en la necesidad de reservar zonas de aparcamiento. Según el estudio, algunos itinerarios naturales tienen que ser diseñados para ser escogidos con el único propósito de pasear, mientras que otros deberán estar pensados como caminos que conduzcan a puntos concretos, como el jardín botánico. La muralla podría ser un elemento que abriría más posibilidades al paseante. Por ejemplo, el estudio apunta la creación de miradores colgados o excavados en la misma piedra, de manera que puedan ser un punto de descanso en el itinerario. También propone la rehabilitación del faro, haciendo posible su acceso paseando por el lado este de la montaña.