Miel, hiel y gomina

El 'caso de la brillantina' frustra la ambición de Mario Amilivia, alcalde popular de León

Mario Amilivia, leonés de 41 años, repite como candidato a la alcaldía de León. Con él logró el PP por primera vez la mayoría absoluta en los pasados comicios municipales, algo que nunca obtuvo su predecesor, Juan Morano, con su personalista manera de gobernar y su soflama leonesista.La carrera política de Amilivia era fulgurante hasta hace apenas medio año, cuando el PSOE la frenó en seco con el denominado caso de la gomina. El alcalde tuvo que reintegrar a las arcas municipales 2.600 pesetas por la compra de cinco botes de brillantina adquiridos en los dos últimos años cuyas facturas,...

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Mario Amilivia, leonés de 41 años, repite como candidato a la alcaldía de León. Con él logró el PP por primera vez la mayoría absoluta en los pasados comicios municipales, algo que nunca obtuvo su predecesor, Juan Morano, con su personalista manera de gobernar y su soflama leonesista.La carrera política de Amilivia era fulgurante hasta hace apenas medio año, cuando el PSOE la frenó en seco con el denominado caso de la gomina. El alcalde tuvo que reintegrar a las arcas municipales 2.600 pesetas por la compra de cinco botes de brillantina adquiridos en los dos últimos años cuyas facturas, según su versión, se colaron por un error de su secretaria en los gastos justificables de su gabinete. Pero la falta de agilidad en las primeras declaraciones tras saltar el caso y el nulo acierto de sus asesores convirtieron un tema calificado de "nimio" por el propio edil, en un filón para los socialistas. El PSOE dice que Amilivia no supo "despachar" este asunto: "Lo engrandeció él solito porque no sabe controlar los contratiempos".

Desde la adolescencia su aspecto fue similar al de hoy. Ya entonces utilizaba gomina y abrigo austriaco como tantos de su partido. Amilivia, casado y con dos hijas, proviene de una familia muy conocida en León, es profesor de Derecho Constitucional, fue miembro de la ejecutiva nacional de AP desde 1985 a 1987, tras ocupar el cargo de vicepresidente de Nuevas Generaciones, y diputado nacional. En una propaganda electoral se cubrió la gomina con un casco blanco e impoluto para autoproclamarse como "el diputado minero".

Muchos veían a Amilivia, admirador de Manuel Fraga, en una consejería a la espera de mayores premios tras el 13-J. Juan José Lucas siempre le consideró un hombre de consenso entre las familias del PP castellanoleonés y uno de sus delfines más sólidos. Vicesecretario regional de Organización del PP de Castilla y León y presidente del partido en León, Amilivia fue el primero, con su ejecutiva al frente, en pedir de forma pública a Lucas que repitiera como candidato a la Junta. Pero los mayores enemigos políticos para la carrera de Amilivia están dentro de su partido, en especial en Valladolid, donde personas próximas a Lucas, incluidos algunos consejeros, le ven como un joven ambicioso que aún tiene que guardar cola.

Amilivia no repetirá como procurador, porque no va en las listas, y su futuro sólo llega ahora hasta el 13 de junio -por voluntad propia pero también como consecuencia de la gomina en cuestión- donde buscará de nuevo una mayoría absoluta en León. Sin duda tenía metas más altas.

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