Ilustres militantes
DE PASADAHay partos imaginativos que rozan la genialidad. Y, sobre todo, ayudan a poner las cosas en su sitio. Me refiero a Hércules, uno de los hijos de Zeus, esa pasada mitológica que procreaba e incordiaba con similar placer. El atleta era un andalucista de pro, al que probablemente le hubiera encantado participar en Sevilla 2004, si el Comité Olímpico Internacional lo hubiera permitido. Un ente mitad divino, mitad humano, juega con ventaja, la verdad. La historia de Sevilla está llena de correligionarios de Pedro Pacheco, el alcalde de Jerez de la Frontera. Rodrigo de Triana, por lo visto...
DE PASADAHay partos imaginativos que rozan la genialidad. Y, sobre todo, ayudan a poner las cosas en su sitio. Me refiero a Hércules, uno de los hijos de Zeus, esa pasada mitológica que procreaba e incordiaba con similar placer. El atleta era un andalucista de pro, al que probablemente le hubiera encantado participar en Sevilla 2004, si el Comité Olímpico Internacional lo hubiera permitido. Un ente mitad divino, mitad humano, juega con ventaja, la verdad. La historia de Sevilla está llena de correligionarios de Pedro Pacheco, el alcalde de Jerez de la Frontera. Rodrigo de Triana, por lo visto, el primer andalucista que divisó la costa americana, bueno en realidad fue el primero que la vio a secas, que no es moco de pavo. La Niña de los Peines también tenía su aquel por los socios de gobierno del PP en el Ayuntamiento de Sevilla, aunque en el vídeo electoral la releguen a un papel tan secundario, tan secundario que se acaba quedando en figurante para decir "Ojú, qué grasia". ¿Y Al-Mutamid? Bueno, ése fue un forofo andalucista aunque ha tardado algunos siglos en descubrirlo, hasta que se fue de paseo por los renovados jardines de la Buhaira. Lo de Trajano ya no está tan claro. Era sevillano sí, pero el tío se llevó todas las obras a Roma, que si el foro, que si las termas y para su tierra natal, cero patatero. El emperador lo tendría un pelín más difícil para acreditar un amor por Sevilla que le franquease la puerta andalucista. El teatro virtual del Partido Andalucista ha sido un parto imaginativo que roza la genialidad, de verdad. Sería deseable que otras formaciones, ancladas en las maneras electorales del pasado, dieran el paso para descubrir su galería de ilustres antepasados y heroicos precursores. Imagínense al alcalde de Córdoba, Rafael Merino, parloteando por la judería con el sabio Maimónides sobre la necesidad de virar hacia el centro. O al de Almería, Juan Megino, en compañía del rey-poeta Al-Mutasim, mientras explica a los vecinos que no para las obras del Paseo por muchos restos arqueológicos que halla. Y Al-Mutasim asintiendo: "Ni la muralla ni esos baños comunes se revalorizarán como las aceras que estamos colocando los del gobierno del Partido Popular". O al consejero Gaspar Zarrías contratando a San Juan de la Cruz para encabezar la lista del PSOE por Jaén. Con perdón. TEREIXA CONSTENLA