EL JUICIO DEL 'CASO BANESTO'

Abelló declara que dejó el banco porque Conde "contó mucho menos conmigo"

El que fuera socio del ex banquero tuvo ayer una actitud diplomática

Perro viejo, Juan Abelló, ex socio de Mario Conde, declaró ayer en tono diplomático sobre su paso por Banesto. Abelló, actual presidente de Airtel, dijo, en calidad de testigo, que en los años 1987 y 1988 se mejoraron las cuentas con beneficios de operaciones intergrupo autorizadas por el Banco de España. "No voy a tropezar dos veces con la misma piedra", dijo, cuando se le recordó que en el Congreso de los Diputados, en 1994, habló de maquillaje de cuentas. "Eso lo dijo quien me preguntó; no yo. Yo no hablo de maquillaje".

Cuando Abelló terminó su declaración, tras contestar a pregunta...

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Perro viejo, Juan Abelló, ex socio de Mario Conde, declaró ayer en tono diplomático sobre su paso por Banesto. Abelló, actual presidente de Airtel, dijo, en calidad de testigo, que en los años 1987 y 1988 se mejoraron las cuentas con beneficios de operaciones intergrupo autorizadas por el Banco de España. "No voy a tropezar dos veces con la misma piedra", dijo, cuando se le recordó que en el Congreso de los Diputados, en 1994, habló de maquillaje de cuentas. "Eso lo dijo quien me preguntó; no yo. Yo no hablo de maquillaje".

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Cuando Abelló terminó su declaración, tras contestar a preguntas del fiscal y de las defensas de Mario Conde y Arturo Romaní, se puso de pie con elegancia, dio media vuelta hacia la izquierda y se encaminó hacia la salida, no sin antes ladear su cabeza hacia Mario Conde y Enrique Lasarte, casi sin que le vieran hacerlo, e hizo un mohín, entre desprecio y conmiseración. Al dejar las sillas de los acusados, se le unieron desde el público unas cinco o seis personas, entre ejecutivos y abogados de su empresa y escoltas. Cruzó rápidamente el vestíbulo de la Audiencia Nacional y esperó para salir por la puerta lateral, de letrados, magistrados y policías. Preguntó qué tal había estado y acotó: "Es que yo ya estoy muy lejos de todo esto". Si hay algo cierto es que se le notó durante su declaración.Mientras, en la calle de García Gutiérrez, las cámaras de televisión y los fotógrafos formaban una nube cada vez más grande. En vigilia por las declaraciones de los inspectores de Hacienda Ernesto de Aguiar y José María Huguet ante la juez Teresa Palacios, Abelló concitó su interés. El empresario salió y se puso en el centro de decenas de cámaras. Se puso la mano en el bolsillo derecho, en plan modelo, y dijo una frase. Mientras, Conde, de pie junto a la puerta, seguía el espectáculo con la cara pegada al cristal. Unos minutos, y un Mercedes se llevó a Abelló de la escena.

Una escena, la del juicio oral, en la que el ex socio de Conde desplegó sus artes diplomáticas y su sempiterna actitud socarrona. Cuando el fiscal le preguntó por qué razón no había sido él el presidente de Banesto, cuando tenía en 1987 el mayor paquete accionarial (un 2,5%), el testigo dijo que se lo habían propuesto, pero sin verdadero interés de que aceptara. Por eso, propuso a Conde. "El presidente es el que manda en un banco, por más que uno tenga un 2,5%". Explicó que se separó de Conde por discrepancias y, en una frase corta pero precisa, pintó el desamor en sus relaciones con Mario Conde. Tras ser nombrado presidente, dijo, Conde "contó mucho menos conmigo y tomó más decisiones propias".

Juan Sánchez-Calero, abogado de Conde, intentó que Abelló desmintiera, como, por otra parte, ya había hecho, unas declaraciones suyas en el Congreso de los Diputados, en 1994, sobre los maquillajes en Banesto. "He venido preparado", dijo. "No voy a tropezar dos veces en la misma piedra. Yo hablo de beneficios procedentes de operaciones intergrupo aprobadas por el Banco de España, no de maquillajes. Lo que pasa es que en el Congreso alguien me habló de maquillajes y se me atribuyó la palabra. No voy a dar otra vez el titular de prensa", añadió.

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