Cartas al director

Más sobre los derechos de autor

En respuesta a la carta del 5 de mayo en la que Javier Marías replica a mi artículo del 23 de abril, estas breves líneas.Javier Marías teme que yo piense en "un mundo que no existe". Es el temor habitual de una derecha que sólo piensa en el que sí existe. Nosotros, de izquierda, pensamos mucho en las posibilidades de mejorar el mundo actual. Es sorprendente que, en su defensa de la herencia indefinida de los derechos de autor, Marías anhele equiparar al autor nada menos que con el terrateniente inescrupuloso y explotador, el banquero dilapidador y usurero y el coleccionista especulador. Mi mod...

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En respuesta a la carta del 5 de mayo en la que Javier Marías replica a mi artículo del 23 de abril, estas breves líneas.Javier Marías teme que yo piense en "un mundo que no existe". Es el temor habitual de una derecha que sólo piensa en el que sí existe. Nosotros, de izquierda, pensamos mucho en las posibilidades de mejorar el mundo actual. Es sorprendente que, en su defensa de la herencia indefinida de los derechos de autor, Marías anhele equiparar al autor nada menos que con el terrateniente inescrupuloso y explotador, el banquero dilapidador y usurero y el coleccionista especulador. Mi modesta proposición, por otra parte, consiste no sólo en abolir todo derecho de autor heredado sino, y simultáneamente, en abolir el dominio público. Los editores -que con una lectura más atenta de mi proposición Marías habría comprendido que saldríamos peor parados- deberíamos liquidar derechos no ya por la obra del padre de Marías, sino por la de todos los autores

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que editáramos, incluso los clásicos, actualmente "gratuitos". Y para siempre. La Caja de Letras así resultante tal vez llegara a pagar a Javier Marías (y a sus descendientes) más que los derechos devengados un día por la obra heredada de su padre.- . .

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