Una "mano negra" en el ministerio

Las obras de la variante de Alpera, que afectan a un tramo de 47 kilómetros a partir de Albacete, para adaptar la plataforma de las vías a prestaciones de velocidad alta desataron ayer airadas reacciones de los presidentes autonómicos de la Comunidad Valenciana y de Castilla-La Mancha. Eduardo Zaplana explicó que la obras adjudicadas por el Ministerio de Fomento no chocan con el proyecto de tren de alta velocidad entre Madrid y la Comunidad Valenciana. "Estamos trabajando para que esta adjudicación del ministerio pueda ser compatible al ancho europeo y al AVE, por si el trazado coincidiera", ...

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Las obras de la variante de Alpera, que afectan a un tramo de 47 kilómetros a partir de Albacete, para adaptar la plataforma de las vías a prestaciones de velocidad alta desataron ayer airadas reacciones de los presidentes autonómicos de la Comunidad Valenciana y de Castilla-La Mancha. Eduardo Zaplana explicó que la obras adjudicadas por el Ministerio de Fomento no chocan con el proyecto de tren de alta velocidad entre Madrid y la Comunidad Valenciana. "Estamos trabajando para que esta adjudicación del ministerio pueda ser compatible al ancho europeo y al AVE, por si el trazado coincidiera", comentó el presidente de la Generalitat. Zaplana aludió a técnicos del Ministerio de Fomento que pretenden "marear" con la difusión de noticias contradictorias. "Parece ser que hay una mano negra que cada vez que se quiere poner en marcha un proyecto relevante que beneficie a la Comunidad Valenciana pone pegas", afirmó Zaplana. "Cada vez que damos un paso decisivo e importante siempre ha aparecido una noticia contradictoria, intuyo que filtrada por algún responsable técnico del Ministerio de Fomento", insistió en un sorprendente tono victimista. José Bono, presidente de Castilla-La Mancha, en un desayuno con periodistas parlamentarios y en un tono más festivo sugirió que el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, debía preocuparse "un poco más de los aviones" y evitar "el negociado de los trenes" que, "aunque con algún retraso, todavía están llegando". Bono se mostró desafiante hacia el ministro: "No se puede diseñar un tren de velocidad alta en contra de un tren de alta velocidad que pasa por tres territorios en los que sus presidentes están de acuerdo". Y bromeó sobre los problemas de tráfico aéreo que arrastran los principales aeropuertos del Estado. "Al señor ministro más que de Fomento tendríamos que llamarle de Momento, porque será muy difícil poderlo mantener si el caos sigue, por el bien y el prestigio del propio Gobierno", añadió Bono. La sustitución de Loyola de Palacio al frente del Ministerio de Agricultura la semana pasada desató todo tipo de especulaciones sobre el futuro de Arias-Salgado al frente de Fomento. José María Aznar optó por mantenerle en el cargo. Pero fuentes de la Consejería de Obras Públicas consideran que las expectativas despertadas por un posible relevo de Arias-Salgado han desatado una guerra de intereses interna en el seno del ministerio que habrían desembocado en las "filtraciones interesadas" sobre el tren de velocidad alta mencionadas por Zaplana.

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