Cartas al director

¿Qué habrá sido de ti, Muhamet?

Hace 15 años yo era miembro de un grupo de Amnesty International-Catalunya que se dedicaba a enviar el mayor número de cartas posible a las autoridades de la República de Serbia para pedir la liberación de un preso de conciencia. Se trataba de un joven estudiante de Pristina, capital de la región autónoma serbia de Kosovo, que había sido condenado a prisión por difundir consignas contra las constantes humillaciones a las que se veía sometida la población albanokosovar por parte de las autoridades serbias. Una de las tareas de Amnistía Internacional es denunciar las violaciones de los derechos ...

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Hace 15 años yo era miembro de un grupo de Amnesty International-Catalunya que se dedicaba a enviar el mayor número de cartas posible a las autoridades de la República de Serbia para pedir la liberación de un preso de conciencia. Se trataba de un joven estudiante de Pristina, capital de la región autónoma serbia de Kosovo, que había sido condenado a prisión por difundir consignas contra las constantes humillaciones a las que se veía sometida la población albanokosovar por parte de las autoridades serbias. Una de las tareas de Amnistía Internacional es denunciar las violaciones de los derechos humanos cometidas por los Estados y concienciar a la opinión pública y a los Gobiernos para que pidan el cese de los abusos de poder y condenen a las autoridades que los cometen. Entonces Kosovo sonaba a lejos, y a menudo era difícil convencer a los propios amigos para que firmaran cartas reclamando respeto para los derechos inalienables de personas que vivían sometidas por un Estado represor. Con todo, a lo largo de estos 15 años seguro que a los jefes de Gobierno y a los ministros de Asuntos Exteriores europeos y norteamericanos les han llegado centenares de miles de cartas de socios y de simpatizantes de Amnistía Internacional pidiéndoles que se interesaran por la suerte de la población albanokosovar sometida por el totalitarismo serbio. Los conflictos no surgen de la noche a la mañana, se van gestando.Es lamentable y vergonzoso que los albanokosovares hayan tenido que perderlo todo para merecer la atención de la opinión pública occidental, como es lamentable y vergonzoso que nuestros dirigentes políticos no se atrevan a inmiscuirse en "asuntos internos" hasta que la barbarie se instale haciendo tambalear los equilibrios geopolíticos y no conozcan otra injerencia que la de las armas.

¿Qué debe ser de ti, Muhamet?-

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