Entrevista:

Manuel Vicent considera que los naufragios de la vida son mucho más numerosos que los del mar

La idea primera de Manuel Vicent (Villavieja, Castellón, 1936) para su última novela, Son de mar, era escribir sobre "los naufragios de la vida". Al final le salió una historia de mitos y amores con mayúscula, también náufragos, por la que acaba de ganar el II Premio Alfaguara de Novela. Para el periodista y novelista, los premios literarios sirven para vender más el libro, pero un escritor nunca debe "escribir pensando en el premio". Vicent presentó ayer en Bilbao la obra y a su protagonista, Ulises, un nombre mítico con el que se encontró sin buscarlo.

"Elegí el nombre de Ulises sin p...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La idea primera de Manuel Vicent (Villavieja, Castellón, 1936) para su última novela, Son de mar, era escribir sobre "los naufragios de la vida". Al final le salió una historia de mitos y amores con mayúscula, también náufragos, por la que acaba de ganar el II Premio Alfaguara de Novela. Para el periodista y novelista, los premios literarios sirven para vender más el libro, pero un escritor nunca debe "escribir pensando en el premio". Vicent presentó ayer en Bilbao la obra y a su protagonista, Ulises, un nombre mítico con el que se encontró sin buscarlo.

"Elegí el nombre de Ulises sin pensar en el mito clásico, como un nombre que me sonaba bien, fácil de pronunciar, y que es eufónico con el apellido [Adsuara] para que tuviera sonoridad", dice el autor de Son de mar. Otros mitos rondaban entonces su cabeza. "Quería escribir sobre un náufrago que regresa, pero como ese náufrago resulta que era profesor de lenguas clásicas eso me metió en el mundo clásico y se fue apoderando el mito del personaje". A través de ese Ulises, que ya en las primeras líneas de la novela aparece flotando en una playa, Vicent aborda la cuestión "del naufragio en la vida". Según el autor, es el lugar más peligroso, donde uno pierde más el pie, la vida cotidiana: "En el mar es donde menos se naufraga", afirma. "Se naufraga mucho más en cualquier bar de cualquier ciudad". Manuel Vicent ha ambientado Son de mar en el Mediterráneo, que él define como "un espacio mental, una metáfora de la armonía, de la felicidad, y también un caos", y que actúa como un protagonista más. Sin embargo, podría suceder en cualquier parte: "En el Caribe, el mar de la China o el triángulo de las Bermudas". El tercer componente fundamental de la novela es el amor, "un amor cuyo final es la muerte", es decir, el mito del amor. "Ésa es la inmortalidad", asegura Vicent. "Creo en la fuerza del amor, pero amor a todo, desde una persona hasta a un salmonete". Para el escritor es ahora, a las puertas del siglo XXI, cuando más se puede hablar del amor. El II Premio Alfaguara de Novela, dotado con 175.000 dolares (unos 25 millones de pesetas) supone, simplemente, "que el libro se venda más de lo que se hubiera vendido sin premio". Para Vicent lo positivo para un escritor es que escriba "al margen de editores y de lectores", por su propia necesidad, "que dé hasta el máximo donde llegue su talento". Él mismo exprime su capacidad para la literatura, además, en diferentes foros. "No soy periodista. Yo hago literatura bajo el soporte de papel de periódico". Vicent, que ha recibido varios premios en su dilatada carrera, señaló que el hecho de que un libro se lea más como consecuencia del galardón tiene "un inconveniente": que si el libro es malo se entera mucha más gente de ello. "Es como si uno es idiota y no sale de casa, pues se da cuenta sólo la familia", apunta. El autor se ha calificado muchas veces como hombre de asfalto. Pero nunca ha dejado de ser profundamente mediterráneo y es ese mar el que navega por sus páginas. "Es que yo descubrí el Mediterráneo desde el asfalto de Madrid, cuando lo perdí, cuando lo imaginé". Una vez recuperado ese mar, siempre ha viajado con él. "Soy un hombre mediterráneo", dice rotundo. "Me reconozco en unos olores, unos paisajes, unas brisas. Cuando todo eso, que es sensorial, se solidifica se forma el alma colectiva o cultural". Naufragios, amor-muerte y Ulises. Son de mar es una novela cargada de mitos. "Es mitología clásica aplicada", tal y como la define su autor.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En