Más de 200 andaluzas víctimas de malos tratos podrán acceder a cursos de formación laboral

Más de 200 mujeres que han sido víctimas de malos tratos podrán acogerse a lo largo de los próximos ocho meses a diferentes cursos de formación laboral, realizados por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), al objeto de poder insertarse en el mercado de trabajo y adquirir una independencia que no las obligue a regresar al hogar conyugal. Por otro lado, una sentencia de la Audiencia Provincial de Córdoba establece que no es necesario que un agresor tenga otras condenas anteriores por malos tratos para que se le aplique la habitualidad del delito.

Los cursos, englobados en el programa Cu...

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Más de 200 mujeres que han sido víctimas de malos tratos podrán acogerse a lo largo de los próximos ocho meses a diferentes cursos de formación laboral, realizados por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), al objeto de poder insertarse en el mercado de trabajo y adquirir una independencia que no las obligue a regresar al hogar conyugal. Por otro lado, una sentencia de la Audiencia Provincial de Córdoba establece que no es necesario que un agresor tenga otras condenas anteriores por malos tratos para que se le aplique la habitualidad del delito.

Los cursos, englobados en el programa Cualifica, están incluidos dentro del Plan de Actuación de la Junta de Andalucía para la erradicación de la violencia en el hogar contra las mujeres y tienen como finalidad que las mujeres afectadas por problemas de violencia con sus compañeros puedan encontrar un modo de subsistencia independiente. El objeto del plan, según sus responsables, es "favorecer la inserción y el mantenimiento en el mercado de trabajo de mujeres víctimas de la violencia doméstica, que se encuentran en situación de acogimiento y que sufren riesgo de una marginación y exclusión social". Los cursos, que en Granada comenzaron el pasado 23 de abril, y a los que pueden acogerse todas las andaluzas que lo necesiten, están integrados por un programa de preformación laboral, y otro de formación profesional ocupacional en las especialidades de servicio de proximidad, hostelería y servicios de limpiezas. Asimismo, el proyecto contemplan la posibilidad de que quienes se acojan al proyecto puedan realizar prácticas en diferentes empresas. La duración de las actividades formativas, a lo largo de los próximo ocho meses, será de 700 horas, que se distribuirán en 200 destinadas a la preformación, otras 300 horas de formación ocupacional en cualquiera de sus especialidades, y 200 más en las prácticas empresariales. El programa, que conlleva o bien becas de formación o bien un salario, se ocupará directamente de unas 200 mujeres maltratadas de toda la comunidad, y tendrá un presupuesto para 1999 de cien millones de pesetas. La idea, según la directora del Instituto Andaluz de la Mujer, María Escudero, es que el mayor número posible de participantes concluya los cursos con un puesto de trabajo en las empresas en las que realicen sus prácticas. Según Escudero, "es la primera vez que se pone en marcha un programa de tales características y con una orientación laboral tan clara". Sentencia Por otra parte, la violencia conyugal y los malos tratos a las mujeres en el ámbito del hogar se están convirtiendo en un asunto a flor de piel en la sociedad andaluza. Una sentencia de la Audiencia Provincial de Córdoba, a la que tuvo acceso la agencia Efe, sostiene que en los casos de agresión doméstica lo importante es que el juez esté convencido de que la víctima vive "una agresión permanente", sin considerar si son tres o más ocasiones en las que se ha producido la violencia. La resolución de la Audiencia cordobesa asume el criterio de que no es preciso que haya condenas firmes anteriores contra el agresor para aplicar el carácter habitual en el maltrato en el ámbito familiar, lo que agravia el delito y la pena. La sentencia, de la que es ponente el magistrado Juan Ramón Berdugo y Gómez de la Torre, ratifica una resolución anterior de un juzgado que condenó a Alfonso M. R. a seis años de prisión por un delito de maltrato habitual en el ámbito familiar y que fue recurrida ante la Audiencia cordobesa. El recurso se basaba en que no estaba acreditada la habitualidad de la conducta del acusado, argumento que la Audiencia no interpreta en el sentido jurídico de multirreincidencia. Por este motivo, sostiene que será una conducta habitual "la del que actúa repetidamente en la misma dirección, con o sin condenas previas", que actuarán como pruebas de habitualidad, aunque también se puede demostrar por otras vías. El magistrado indica además que la norma penal ha sido creada con la finalidad de proteger a las personas físicamente más débiles frente a las agresiones de los más fuertes de la familia.

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