Cartas al director

Negro porvenir

Está claro que el camino que lleva el mundo no es bueno. La guerra de los Balcanes puede ser un inicio de algo más profundo, porque cada vez el porvenir de la juventud es más negro. No leemos más que noticias de fusiones de empresas en las que sobran unos miles de trabajadores. Otras empresas aceptan sus limitaciones por la competencia de aquéllas y también prejubilan a otros tantos. Y otras, finalmente, de carácter semipúblico se ponen de acuerdo con los Gobiernos para aligerarlas de personas previas indemnizaciones a los cincuenta y... muy pocos años. Y, así, en los aeropuertos se ven sólo ...

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Está claro que el camino que lleva el mundo no es bueno. La guerra de los Balcanes puede ser un inicio de algo más profundo, porque cada vez el porvenir de la juventud es más negro. No leemos más que noticias de fusiones de empresas en las que sobran unos miles de trabajadores. Otras empresas aceptan sus limitaciones por la competencia de aquéllas y también prejubilan a otros tantos. Y otras, finalmente, de carácter semipúblico se ponen de acuerdo con los Gobiernos para aligerarlas de personas previas indemnizaciones a los cincuenta y... muy pocos años. Y, así, en los aeropuertos se ven sólo eventuales con trabajos de pocas horas semanales, y encima tienen que pagar las iras de los pasajeros cabreados por algo en lo que ellos no tienen nada que ver. Y en los hipermercados ya nadie te ayuda a contestar sobre una determinada mercancía en la que necesitas saber si es para niño o niña. Ya esa persona se jubiló. Y vas al banco y los pocos que hay dentro te dicen que el cajero automático hace maravillas. Ellos están para otras cosas... Y así es todo. Ya no hay personal, y el que hay está agobiado y además no conoce el tema porque es eventual.

Esto es ese capitalismo tan maravilloso que nos venden algunos. Basado en el consumo exacerbado. En hacerse rico en poco tiempo.

Mientras, una juventud está ahí mirando el porvenir sin que los políticos pongan freno a estas diferencias de pocos trabajando mucho y muchos a la espera de poder entrar también en esa sociedad sin la ayuda de papá. Porque el día que falte papá ya no trabajarán más que los banqueros, dueños de grandes híper y de multinacionales apoyados en un porcentaje de población muy bajo. ¿Y qué hacemos con el resto?

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Los políticos bastante tienen con decir idioteces en el telediario. Porque arreglar problemas..., eso lo dejamos para el siguiente. O le echamos la culpa al anterior que lo hizo muy mal. Todo menos hablar en serio de los problemas del mundo.

Ya sé que los Balcanes es otra historia, pero ¿será el principio de que alguien se preocupe un poco de lo que nos viene encima?- .

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