221 muertos en colegios en 6 años

Las estadísticas señalan que ha habido 221 muertes en los colegios de Estados Unidos en los últimos 6 años. La peor temporada fue el año escolar 1992-93, en el que hubo 50 alumnos fallecidos como consecuencia de actos violentos en colegios e institutos.

Ha aumentado peligrosamente el número de sucesos, calcados uno de otro: alumnos que acuden a su centro armados hasta los dientes y con ánimo de revancha.

En West Paducah (Kentucky), un muchacho de 14 años, Michael Carneal, mató a tres compañeras de colegio e hirió a cinco alumnos en un acto que ni para él mismo encontró motiva...

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Las estadísticas señalan que ha habido 221 muertes en los colegios de Estados Unidos en los últimos 6 años. La peor temporada fue el año escolar 1992-93, en el que hubo 50 alumnos fallecidos como consecuencia de actos violentos en colegios e institutos.

Ha aumentado peligrosamente el número de sucesos, calcados uno de otro: alumnos que acuden a su centro armados hasta los dientes y con ánimo de revancha.

En West Paducah (Kentucky), un muchacho de 14 años, Michael Carneal, mató a tres compañeras de colegio e hirió a cinco alumnos en un acto que ni para él mismo encontró motivación en el juicio. Poco después, dos amigos de sólo 11 y 13 años se situaron en el exterior de un colegio de Jonesboro (Arkansas) y dispararon contra alumnos y profesores después de hacer sonar la alarma antiincendios. Habían robado las armas en casa del abuelo de uno de ellos y habían preparado su acción con estrategia militar y frialdad escalofriante.

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En Springfield (Oregon), hace menos de un año, un niño que se declaraba enamorado de las armas mató a varios compañeros cuando disparó contra los estudiantes que estaban en la cafetería del colegio.

En todos los casos se abrieron los mismos debates: por un lado, la creciente tendencia a la violencia; por otro, el fácil acceso a las armas en un país apasionado por ellas.

Por eso, la foto que distribuyó la prensa del estudiante de 11 años autor del atentado de Jonesboro mostraba a un niño vestido de militar, de los pies a la cabeza, empuñando un fusil. Iba en compañía de su padre, que le enseñaba a hacerlo.

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