Andrés Nagel expone en Bilbao obras realizadas en los dos últimos años

Pinturas, dibujos, relieves y un par de esculturas componen la colección de obras seleccionadas por el artista Andrés Nagel (San Sebastián, 1947) para la exposición que ayer abrió al público en la galería Colón XVI (Colón de Larreategi, 16) de Bilbao. Son piezas muy recientes, creadas en los últimos dos años, en las que se reconoce la singular manera de tratar las figuras de Nagel. "Yo no busco la representación", afirma Nagel, "pero si entras en la figuración es obligatorio hacerlo de una forma distinta a la tradicional". Su presencia en Bilbao coincide con su exposición Fuera de servicio, q...

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Pinturas, dibujos, relieves y un par de esculturas componen la colección de obras seleccionadas por el artista Andrés Nagel (San Sebastián, 1947) para la exposición que ayer abrió al público en la galería Colón XVI (Colón de Larreategi, 16) de Bilbao. Son piezas muy recientes, creadas en los últimos dos años, en las que se reconoce la singular manera de tratar las figuras de Nagel. "Yo no busco la representación", afirma Nagel, "pero si entras en la figuración es obligatorio hacerlo de una forma distinta a la tradicional". Su presencia en Bilbao coincide con su exposición Fuera de servicio, que muestra en el centro cultural Koldo Mitxelena de San Sebastián 68 piezas hasta el 24 de abril. "En una exposición como la de San Sebastián estás jugando con la trampa fantástica del espacio. En una galería comercial, la obra se presenta adaptada a la gente, a su venta y a su colocación final en un sitio que no controlas, que es la casa del comprador", dice Nagel al comentar las diferencias entre las dos muestras de su trabajo. Nagel cree que la obra presentada en una galería "es más real", parecida al destino que tendrá el cuadro. "En un museo es más fácil que las piezas funcionen, porque no ves la obra, sino el artificio de su alrededor, como unas grandes paredes y una determinada iluminación", añade. Nagel propone al público que acuda a ver su exposición "con la cabeza limpia". Quiere, sobre todo, que huyan de los estereotipos que se relacionan con su trabajo y más aborrece, como la ironía o el sentido del humor. "Es una simpleza. Los críticos cuando miran una imagen, ven una representación. No valoran el planteamiento plástico sobre el descriptivo"

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