El PP incumple su promesa de aprobar un plan de inmigración

Los peores presagios de la oposición y las ONG se han cumplido. El Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón finaliza esta legislatura sin aprobar el Plan Regional de Inmigración que prometió poner en marcha durante su mandato. El borrador del proyecto está ya elaborado y remitido al Consejo Económico y Social (CES), formado por patronal, sindicatos y expertos. Pero queda pendiente su aprobación parlamentaria, un trámite para el que deberá esperar hasta después de las elecciones, ya que la Asamblea de Madrid celebra el miércoles su último pleno de esta legislatura.Será el Gobierno que surja de los pr...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los peores presagios de la oposición y las ONG se han cumplido. El Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón finaliza esta legislatura sin aprobar el Plan Regional de Inmigración que prometió poner en marcha durante su mandato. El borrador del proyecto está ya elaborado y remitido al Consejo Económico y Social (CES), formado por patronal, sindicatos y expertos. Pero queda pendiente su aprobación parlamentaria, un trámite para el que deberá esperar hasta después de las elecciones, ya que la Asamblea de Madrid celebra el miércoles su último pleno de esta legislatura.Será el Gobierno que surja de los próximos comicios el encargado de convertir este proyecto en realidad.

Asociaciones de inmigrantes, ONG, los sindicatos UGT y CCOO y los partidos de la oposición venían denunciando el retraso de este plan, que debía estar en marcha en 1997, según prometió la consejera de Sanidad y Servicios Sociales, Rosa Posada. De hecho, los primeros encuentros para perfilar las líneas básicas del proyecto se celebraron en el verano de 1996. Después, el plan pasó por seis borradores.

A finales de 1998, la directora general de Servicios Sociales de la Comunidad, Concepción Lostau, aseguró, ante la incredulidad de IU y PSOE, que el plan estaría listo para esta legislatura.Pero a la oposición le parecía que la tramitación iba demasiado lenta para llegar a tiempo antes de finalizar las sesiones parlamentarias y, además, había otro hecho que levantaba sus sospechas: los presupuestos de 1998 no incluían partida alguna para este proyecto, a diferencia de otros planes, como el de mayores.

Lostau siempre ha replicado que si no había un presupuesto específico no era por falta de voluntad política, sino porque la atención a los inmigrantes debe de estar incluida dentro de los programas que atienden a la población en general para no estigmatizarlos.

Política social

La existencia de un plan de inmigración es imprescindible para trazar las líneas maestras de la política social, educativa, sanitaria o de vivienda que se va a seguir con los trabajadores extranjeros en Madrid.En temas laborales, el plan habla de fomentar el autoempleo, de crear empresas sociales y de promover la formación de los inmigrantes. Plantea la necesidad de erradicar los núcleos chabolistas habitados por inmigrantes y garantiza la atención sanitaria gratuita en centros de la Comunidad a los inmigrantes sin cartilla de la Seguridad Social.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En Madrid viven 115.983 inmigrantes con permiso de residencia, incluidos los de países ricos. Eso supone un 2,3% de los habitantes de la región. A esas cifras hay que añadir la de los trabajadores extranjeros en situación irregular, cuyo número se desconoce, aunque se estima que pueden ser de 30.000 a 50.000. En la Comunidad vive el 18% de los inmigrantes llegados a España.

Archivado En