El CSN alerta sobre posibles defectos en cuatro centrales nucleares

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha recomendado a las centrales nucleares de Vandellòs II, Ascó II y Almaraz que estén alerta en las próximas recargas de combustible ante la detección en Ascó I de deficiencias en los cabezales de sujeción del material nuclear. Estas deficiencias, sin repercusión ni en la producción ni en la seguridad de los complejos, se originaron por un defecto de fabricación de la empresa ENUSA, de titularidad pública.Las piezas defectuosas se detectaron el pasado mes de octubre en la central de Ascó I, durante su operación de recarga, cuando la movilidad de dos elemen...

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El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha recomendado a las centrales nucleares de Vandellòs II, Ascó II y Almaraz que estén alerta en las próximas recargas de combustible ante la detección en Ascó I de deficiencias en los cabezales de sujeción del material nuclear. Estas deficiencias, sin repercusión ni en la producción ni en la seguridad de los complejos, se originaron por un defecto de fabricación de la empresa ENUSA, de titularidad pública.Las piezas defectuosas se detectaron el pasado mes de octubre en la central de Ascó I, durante su operación de recarga, cuando la movilidad de dos elementos combustibles se hizo problemática, debido a la corrosión en los tornillos de los cabezales que posibilitan el enganche de la herramienta de extracción. La corrosión, según informó el CSN, se originó por un defecto de fabricación de las piezas por parte de la suministradora ENUSA. Las piezas eran diferentes a las utilizadas normalmente en las centrales españolas. Los tornillos hacían, pues, mayor presión de la estipulada. Ascó I ya ha sustituido las piezas defectuosas.

El CSN recomienda a las centrales susceptibles de haber recibido estas piezas procedentes de una misma partida -Vandellòs II, Almaraz y Ascó II- que retiren los cabezales en las próximas paradas para la recarga de los reactores. Debido a la corrosión, alguna pieza podría soltarse y, aunque no supondría una situación peligrosa, no es recomendable.

Carlos Bravo, responsable de Energía Nuclear de Greenpeace, criticó ayer la actuación de ENUSA en este caso y recordó que es precisamente el funcionamiento del reactor el que mayor vigilancia debe requerir.

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