Las carreteras soportan un tráfico lento pero sin grandes retenciones en la vuelta a casa. La N-1 a su paso por Álava y la A-8 en Vizcaya, puntos más conflictivos de la red

El buen tiempo permitió que el regreso de los ciudadanos vascos a Euskadi se realizase ayer de una manera escalonada, lo que favoreció la circulación por las carreteras de la comunidad. A primeras horas de la noche la Ertzaintza no había contabilizado ningún accidente mortal durante toda la operación retorno. Aunque el balance definitivo se realizará hoy -doce horas después de finalizar la operación retorno-, el balance provisional registra la ausencia de accidentes mortales a lo largo de toda la Semana Santa, lo que rompe con la tendencia de los últimos años en los que las carreteras vascas s...

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El buen tiempo permitió que el regreso de los ciudadanos vascos a Euskadi se realizase ayer de una manera escalonada, lo que favoreció la circulación por las carreteras de la comunidad. A primeras horas de la noche la Ertzaintza no había contabilizado ningún accidente mortal durante toda la operación retorno. Aunque el balance definitivo se realizará hoy -doce horas después de finalizar la operación retorno-, el balance provisional registra la ausencia de accidentes mortales a lo largo de toda la Semana Santa, lo que rompe con la tendencia de los últimos años en los que las carreteras vascas siempre se han cobrado víctimas mortales durante este periodo festivo. A medida que transcurría el día, el tráfico se fue haciendo cada vez más lento, pero se produjeron escasas retenciones de importancia. Se pudo circular sin los problemas y agobios que caracterizaron a la operación salida el pasado 1 de abril, sobre todo en la N-1 a su paso por Álava hasta el peaje de Arminón para enlazar con la autopista A-1. Los principales problemas se volvieron a registrar en la N-1 en Álava y en Guipúzcoa, en la A-8 entre Bilbao y el límite con Cantabria y en la A-15 en Guipúzcoa, con una retención cerca del enlace con la N-1 en Andoain.El dispositivo previsto por la Ertzaintza para el regreso se inició a las ocho de la mañana del lunes y concluyó a las diez de la noche, dedicando especial atención a los puntos tradicionalmente más conflictivos, como la N-1 a su paso por Álava y la A-8 en Vizcaya. Al igual que en la operación salida, las unidades especiales de tráfico de la Ertzaintza contaron con la ayuda de agentes de las distintas policías locales y de varios helicópteros. Según las previsiones de Interior, al menos se han producido 500.000 desplazamientos en Euskadi durante los cinco días de vacaciones. La mayoría de los viajes ha sido de ciudadanos vascos con destino a comunidades límitrofes, aunque la Etrtzaintza también ha contabilizado muchos vehículos foráneos. La siniestralidad en Semana Santa en Euskadi en los últimos tres años tuvo su punto crítico en 1996, cuando se produjeron 16 accidentes con seis muertos y 20 heridos. En 1997, se registraron cinco accidentes, un muerto y cinco heridos. El año pasado falleció una persona en uno de los dos accidentes ocurridos en las carreteras vascas. A una hora de cerrar la operación retorno 1999, el departamento de Interior había contabilizado cinco accidentes con once heridos. Mientras, las carreteras del resto de España sí que se han cobrado durante la Semana Santa algunas víctimas mortales de Euskadi y Navarra. Dos bilbaínos fallecieron en Galicia, otro vecino de Llodio murió en Palencia en el inicio de la operación salida y otro ciudadano navarro falleció en Salou. El accidente más grave se produjo el jueves cerca de Tudela, cuando perecieron cinco personas, entre ellas un padre y su hija, ambos vecinos de Pamplona.

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