Empanadas saladas

La Semana Santa es época de callejeo, y lógicamente hay que tirar con viandas que permiten llenar el buche y no obligan a hacer paradas eternas. Una de las golosinas más habituales son las empanadillas, tanto saladas como dulces. Antepasados del fast-food, eran populares ya en época griega. Los musulmanes tenían predilección por las que se preñaban de paloma y canela. En el Siglo de Oro eran comunes las empanadas de carne. Quevedo cuenta en El Buscón que los panaderos sin escrúpulos usaban ahorcados para el relleno. Pero centrémonos en estos días. Ingredientes: una taza de agua, sal, az...

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La Semana Santa es época de callejeo, y lógicamente hay que tirar con viandas que permiten llenar el buche y no obligan a hacer paradas eternas. Una de las golosinas más habituales son las empanadillas, tanto saladas como dulces. Antepasados del fast-food, eran populares ya en época griega. Los musulmanes tenían predilección por las que se preñaban de paloma y canela. En el Siglo de Oro eran comunes las empanadas de carne. Quevedo cuenta en El Buscón que los panaderos sin escrúpulos usaban ahorcados para el relleno. Pero centrémonos en estos días. Ingredientes: una taza de agua, sal, azúcar, 2 yemas de huevo, ½ kilo de harina, ¼ de kilo de manteca de cerdo y ½ kilo de atún o salmón. Preparación: Se pone harina sobre una superficie. En el centro se pone la pella de manteca, y se mezcla con la harina hasta que quede como serrín. Se hace un hoyo en el centro, se añade agua, las yemas, sal y azúcar, y se amasa ligeramente. Se deja reposar una hora y luego se extiende la masa con un rodillo, dándole la forma que se quiera. Para el relleno, se corta a cuadraditos el atún o salmón, y se pasa por la sartén con un refrito hecho con cebolla, ajo y perejil. Se van haciendo empanadillas que se cuecen en el horno, a 180 grados, hasta que estén doradas.

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