Feliu afirma que ha sido más duro soportar a la prensa que el secuestro

La farmacéutica de Olot Maria Àngels Feliu fue invitada ayer por el director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, a una merienda en la comandancia de Girona. A la salida, Feliu no pudo evitar las preguntas de los periodistas, hacia los que volcó sus quejas por el tratamiento dado a las informaciones relativas al secuestro: "Os temo. Estos cinco años de prensa me han costado quizá más que lo otro", aseveró. "Menos mal que la Guardia Civil me apoyaba", apostilló.

Tras la merienda, en el patio de armas de la comandancia de Girona, López Valdivielso aseguró ante los repr...

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La farmacéutica de Olot Maria Àngels Feliu fue invitada ayer por el director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, a una merienda en la comandancia de Girona. A la salida, Feliu no pudo evitar las preguntas de los periodistas, hacia los que volcó sus quejas por el tratamiento dado a las informaciones relativas al secuestro: "Os temo. Estos cinco años de prensa me han costado quizá más que lo otro", aseveró. "Menos mal que la Guardia Civil me apoyaba", apostilló.

Tras la merienda, en el patio de armas de la comandancia de Girona, López Valdivielso aseguró ante los representantes de los medios de comunicación que los investigadores del secuestro tienen la certeza de que el caso no está resuelto y continúan investigando la implicación de otras personas además de los seis detenidos durante las últimas semanas.Cuando se cumplen 15 días de las primeras detenciones, los agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil continúan trabajando con la hipótesis de que Joan Casals y Xavier Bassa, únicos procesados hasta el momento, tuvieron alguna implicación en el secuestro. Un nuevo interrogatorio al policía local de Olot Antonio Guirado, que entró en contradicciones con el resto de los implicados, así como futuros careos entre el resto de los detenidos, constituirán la base de las nuevas pesquisas.

Maria Àngels Feliu llegó al cuartel de Girona a las cuatro de la tarde acompañada de su padre, Tomàs Feliu de Cendra, y su hermana Carme, también farmacéutica. Los medios gráficos, convocados media hora más tarde, pudieron tomar imágenes de una puesta en escena en la que Feliu, con traje verde oscuro, aparecía arropada por la delegada del Gobierno, Julia García-Valdecasas, vestida en tonos azules, y de los máximos mandos de la Guardia Civil en Cataluña. La merienda tenía el regusto de una celebración, aunque los medios no pudieron ver sobre la mesa el champaña Moët Chandon -regalado por Maria Àngels cuando la liberaron- con el que el teniente coronel Miguel Gómez Alarcón deseaba celebrar la resolución del caso. Uno de los agentes abría paso a la prensa: "Hagan su trabajo, que nosotros ya lo hemos hecho".

Después de sus duras palabras contra la prensa, Feliu contestó lacónicamente a una pregunta sobre Iñaki, el secuestrador que actuó como carcelero en el zulo. "Está claro que fue el que me sacó", dijo, y añadió que le sigue costando conciliar el sueño. Después se marchó en su propio vehículo.

El responsable de la Guardia Civil elogió la fortaleza moral y personal de Maria Àngels Feliu, a pesar del "vía crucis que ha pasado" y de "las especulaciones de que ha sido objeto".

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