Los radicales incendian la sede del PSE en Ortuella y ponen un artefacto en el coche de una concejal

Los radicales proetarras prosiguieron ayer sus acciones contra los partidos no nacionalistas. En este caso, los socialistas fueron su objetivo: la Casa del Pueblo de Ortuella (Vizcaya) ardió horas después de que artificieros de la Ertzaintza retirasen un artefacto incendiario colocado bajo el coche de Gladys García, la portavoz del PSE en la localidad también vizcaína de Durango, que sufría el segundo ataque en un mes. Al tiempo, desconocidos prendieron fuego a los juzgados de Tolosa y Eibar (Guipúzcoa). El PP y el PSE condenaron con dureza estos atentados, mientras que el presidente del Tribu...

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Los radicales proetarras prosiguieron ayer sus acciones contra los partidos no nacionalistas. En este caso, los socialistas fueron su objetivo: la Casa del Pueblo de Ortuella (Vizcaya) ardió horas después de que artificieros de la Ertzaintza retirasen un artefacto incendiario colocado bajo el coche de Gladys García, la portavoz del PSE en la localidad también vizcaína de Durango, que sufría el segundo ataque en un mes. Al tiempo, desconocidos prendieron fuego a los juzgados de Tolosa y Eibar (Guipúzcoa). El PP y el PSE condenaron con dureza estos atentados, mientras que el presidente del Tribunal Superior vasco, Manuel María Zorrilla, aseguró que muestran "una falta de voluntad" de contribuir al proceso de paz.

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Varios encapuchados se presentaron a plena luz del día en la sede socialista de Ortuella, cuyo bar acababa de abrir las puertas al público, cargados con bidones de gasolina y cócteles mólotov y, tras un forcejeo, obligaron a las cinco personas que se encontraban en el lugar a abandonarlo. El ataque causó serios daños en la zona del bar y menores en las oficinas del local.A su vez, Gladys García, edil socialista de Durango, sufrió en la madrugada de ayer el segundo ataque por parte de los violentos en menos de un mes. Afortunadamente, la Ertzaintza pudo retirar a tiempo un artefacto incendiario, compuesto por una garrafa con diez litros de líquido inflamable y un petardo pirotécnico, que había sido colocado bajo su coche. El pasado 25 de febrero, los radicales lanzaron varios cócteles mólotov contra el turismo de la concejal. Éste fue la cuarta acción contra vehículos de cargos públicos de formaciones no nacionalistas registrada en Durango en lo que va de año.

En Guipúzcoa, el primer sabotaje se produjo pasada la medianoche. Varios jóvenes rompieron una de las ventanas del juzgado de Tolosa, arrojaron dos garrafas con líquido inflamable y prendieron fuego con una antorcha.

Contra el servicio público

Ésta no es la primera vez que el juzgado de Tolosa sufre la violencia callejera. Su sede ha sido objeto de varios sabotajes. El último se perpetró el pasado 1 de enero, cuando un grupo de desconocidos lanzó varios artefactos incendiarios contra sus dependencias.

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La noticia del nuevo ataque exasperó al juez decano de Tolosa, Juan de la Hoya. El magistrado, que visitó las instalaciones junto con el alcalde de la localidad, José Gurrutxaga, insistió en que atentados como éste "sólo consiguen entorpecer el servicio público".

En Eibar, hacia la 1.50, un ciudadano alertó a la Ertzaintza de que había fuego en el interior del juzgado. Los agentes que se desplazaron hasta el lugar comprobaron que los violentos habían actuado de forma similar a la de Tolosa. Rompieron la ventana de una de las dependencias e introdujeron en el interior un cóctel mólotov.

El incendio afectó sobre todo al mobiliario de la sala del vigilante y al pasillo próximo, pero no destrozó los documentos guardados en dicha habitación. La Ertzaintza encontró también un bidón quemado dentro del juzgado y una lata de cinco litros en un contenedor de las inmediaciones.

En todo este marco, Herri Batasuna (HB) encontró tiempo para asegurar que populares y socialistas han emprendido una cruzada contra Jarrai, las juventudes de KAS, para "criminalizar y facilitar el camino de su apaleamiento mediante la represión tanto legal como ilegal".

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