Borrell critica la estrategia negociadora del Gobierno en Europa y ofrece un gran acuerdo parlamentario

El candidato socialista a presidir el Gobierno, José Borrell, cargó ayer en el Congreso contra la estrategia negociadora del Ejecutivo en Europa, criticó la ausencia del presidente del Gobierno, José María Aznar, de un debate de enorme trascendencia política y ofreció, en la recta final de las negociaciones sobre la Agenda 2000, un gran acuerdo en el Parlamento sobre los objetivos comunes para alcanzar una Europa más sólida y más solidaria. "¿Por qué sacan ustedes tanto pecho, cuando tienen que acabar refugiándose en el veto o la claudicación?", afirmó. El ministro de Asuntos Exteriores, Abel ...

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El candidato socialista a presidir el Gobierno, José Borrell, cargó ayer en el Congreso contra la estrategia negociadora del Ejecutivo en Europa, criticó la ausencia del presidente del Gobierno, José María Aznar, de un debate de enorme trascendencia política y ofreció, en la recta final de las negociaciones sobre la Agenda 2000, un gran acuerdo en el Parlamento sobre los objetivos comunes para alcanzar una Europa más sólida y más solidaria. "¿Por qué sacan ustedes tanto pecho, cuando tienen que acabar refugiándose en el veto o la claudicación?", afirmó. El ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, respondió a la interpelación presentada por el líder socialista y, con ironía, agradeció la oferta de colaboración de los socialistas siempre que su objetivo no fuera "segar la hierba bajo los pies a los negociadores".Borrell, en una intervención tan concisa como contundente, criticó no sólo la actitud del Gobierno de "hurtar al Parlamento del debate" y rechazar "la corresponsabilidad" que le ofreció su partido, sino toda la estrategia y la táctica seguida por el Ejecutivo. Para el líder socialista la estrategia ha sido "equivocada" y la táctica "torpe", lo que se ha traducido en que España esté cada vez más aislada en Europa y haya visto rechazadas "sus escasas aportaciones por inoportunas o contradictorias". En su opinión, la "idea de Europa que defiende el Gobierno de Aznar no tiene perspectiva comunitaria" y su posición negociadora se ha debilitado por falta de coherencia.

El candidato socialista, que puso especial énfasis en criticar la ausencia de la mayoría de los miembros del Gobierno en el debate y los escaños vacíos en los bancos del PP, censuró el modelo de Europa que defiende el Gobierno. "De igual manera que su política social se basa en individualizar el destino de las personas, su política europea se basa en renacionalizar el destino de Europa, a cuya construcción no han aportado ni una sola idea que permita profundizar su integración política". Borrrell aseguró que España, con esta política, no sólo va a perder saldo financiero. "Lo realmente grave es la enorme pérdida en capacidad de influencia política que ya hemos sufrido", añadió.

Matutes, en su réplica, tachó de agorero y "Casandra" a los socialistas por vaticinar toda suerte de desgracias para la posición española, que luego no se cumplen. El ministro abandonó su habitual tono conciliador para hacer un comentario sobre el candidato socialista, al que reconoció, sin embargo, inteligencia. "Napoleón pedía para sus generales suerte", dijo el ministro, "y usted no la tiene"; le reprochó además de tener demasiada "prisa" en anunciar el fracaso del Gobierno. Matutes sugería así, con todas las cautelas, la posibilidad de que se esté fraguando ya un acuerdo que podría cristalizar a lo largo de la próxima semana, antes de la cumbre de Berlín de los días 24 y 25 de marzo. "El acuerdo, si lo hay, se cerrará en el último momento", auguró el ministro. La visita de su homólogo alemán, Joschka Fischer, a Madrid ha sido supendida. Según Matutes, el último documento "incluye propuestas que no pueden ser aceptadas".

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