Encarna y Lopera

DE PASADAEncarna Poto Manga, una empresaria con un discurso más cercano al sindicalista Hoffa (desaparecido en combate) que a Rafael Álvarez Colunga, arengó el lunes a centenares de mujeres que habían acudido al palacio de San Telmo con el cuerpo hecho a un ceremonial soso y se encontraron con una mitinera de rompe y rasga. Poto, que contribuyó a levantar de las ruinas una empresa (Aceitunas y Conservas) que hoy emplea a 216 personas en Dos Hermanas (Sevilla), se desmarcó con un discurso ardiente, populachero y divertido durante la entrega de los premios Meridiana, que concedió el Instituto An...

DE PASADAEncarna Poto Manga, una empresaria con un discurso más cercano al sindicalista Hoffa (desaparecido en combate) que a Rafael Álvarez Colunga, arengó el lunes a centenares de mujeres que habían acudido al palacio de San Telmo con el cuerpo hecho a un ceremonial soso y se encontraron con una mitinera de rompe y rasga. Poto, que contribuyó a levantar de las ruinas una empresa (Aceitunas y Conservas) que hoy emplea a 216 personas en Dos Hermanas (Sevilla), se desmarcó con un discurso ardiente, populachero y divertido durante la entrega de los premios Meridiana, que concedió el Instituto Andaluz de la Mujer en Sevilla el 8 de marzo. Desde la tribuna, y antes de soltar como un desafío que era capaz de contratar "ahora mismo al que esté parado", la empresaria se confesó políticamente ante Manuel Chaves: "Desde la ideología mía, señor presidente, que es igual que la tuya". Luego llegaron los piropos y, por último, las peticiones: "Espero que me respondáis las Administraciones, porque ¡vaya tela!". Después del discurso de Encarna Poto, nada fue igual en la entrega de premios, que presidían, junto a Chaves, el consejero de Presidencia, Gaspar Zarrías, y la directora del Instituto Andaluz de la Mujer, Carmen Olmedo. Mujeres, que antes habían criticado las lámparas del salón de los Espejos por inapropiadas, se zamparon la frialdad protocolaria con una protesta unánime, colectiva y clamorosa cuando Chaves realizaba un ejercicio de equilibrismo: "..las mujeres que trabajan tanto como los hombres..". Un "más" espontáneo y general abroncó al presidente, que retomó el hilo del discurso "..pues como iba diciendo las mujeres que trabajan tanto o más que los hombres..". La prosodia institucional levantó menos aplausos fervorosos que el discurso pasional de Encarnación Poto. Y, a buen seguro, que recibió menos vítores que los dos autores de un strip-tease inconcluso (o sea, sin strip-tease), organizado por la concejalía de la Mujer de Lopera (Jaén) para celebrar el 8 de Marzo. Tras la polémica suscitada por tamaña celebración, el alcalde, el socialista Felipe Hueso, se ha sacudido las quejas con un mensaje muy apropiado. Dijo a Efe: "Ya somos mayorcitos para rasgarnos las vestiduras por actos como éste". Por lo visto, las 200 mujeres que acudieron a la fiesta se lo pasaron en grande observando como las vestiduras se las rasgaban otros. Siempre hay discursos que encienden más que otros. TEREIXA CONSTENLA