Tribuna:

Compromiso mínimo

La contratación del mercado continuo cayó en esta jornada al mínimo del ejercicio, con 675, 81 millones de euros, 1 12, 446 millones de pesetas. Esa cifra es el reflejo del temor de los inversores a la evolución de la economía en el área del euro, en la que se han revisado a la baja las previsiones de crecimiento para el presente ejercicio.

Los mercados de valores europeos, con la excepción de Londres, mostraron a las claras el pesimismo de los inversores ante una situación muy alejada del triunfalismo que acompañó los primeros días del nacimiento del euro. En otras circunstancias, los ...

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La contratación del mercado continuo cayó en esta jornada al mínimo del ejercicio, con 675, 81 millones de euros, 1 12, 446 millones de pesetas. Esa cifra es el reflejo del temor de los inversores a la evolución de la economía en el área del euro, en la que se han revisado a la baja las previsiones de crecimiento para el presente ejercicio.

Los mercados de valores europeos, con la excepción de Londres, mostraron a las claras el pesimismo de los inversores ante una situación muy alejada del triunfalismo que acompañó los primeros días del nacimiento del euro. En otras circunstancias, los avances de Nueva York en las dos últimas sesiones de la semana anterior habrían provocado una reacción similar en las bolsas europeas, pero siempre queda un punto dé conexión con la realidad económica, y eso es lo que están ponderando los mercados de valores.

La Bolsa de Nueva York, incluso, se permitió el lujo de influir negativamente en los mercados europeos al ofrecer una retirada de beneficios que puso el signo negativo en su principal indicador, el Dow Jones, mientras que los índices que representan los valores tecnológicos, los Nasdaq, mostraban avances de más del 1%. [Street cerró la sesión con una pérdida de 8, 47 puntos (0,09%) en el índice Dow Jones, que se situó en 9.727, 61].

Los inversores no hacen más que seguir la corriente marcada por los grandes empresarios de todo el mundo, que han dejado de lado los negocios tradicionales para tomar posiciones en todo aquello que represente de alguna forma las telecomunicaciones. La excepción estuvo en Telefónica, que capitaneó los recortes en España con una pérdida de un euro, el 2,35%

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