Entrevista:ROSARIO GREEN - MINISTRA DE RELACIONES EXTERIORES DE MÉXICO

"Marcos no quiere la paz en Chiapas"

Probablemente se trate del cargo menos agradecido del Gobierno mexicano. A la ministra de Relaciones Exteriores, Rosario Green, le toca realizar giras oficiales -como la que estos días la ha llevado por cinco países europeos, con España como escala final-, y todos sus esfuerzos por centrar el discurso en las relaciones bilaterales y los tratados con la Unión Europea se difuminan entre las suspicacias de las opiniones públicas del continente, mayoritariamente volcadas a favor del levantamiento indígena del subcomandante Marcos en Chiapas.Green lo sabe. Y por eso trata de contrarrestar la imagen...

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Probablemente se trate del cargo menos agradecido del Gobierno mexicano. A la ministra de Relaciones Exteriores, Rosario Green, le toca realizar giras oficiales -como la que estos días la ha llevado por cinco países europeos, con España como escala final-, y todos sus esfuerzos por centrar el discurso en las relaciones bilaterales y los tratados con la Unión Europea se difuminan entre las suspicacias de las opiniones públicas del continente, mayoritariamente volcadas a favor del levantamiento indígena del subcomandante Marcos en Chiapas.Green lo sabe. Y por eso trata de contrarrestar la imagen de revolucionario romántico que Marcos ha construido con habilidad, e insiste en que su Gobierno hace más por los indígenas invirtiendo en Chiapas que los zapatistas reivindicando una ley de autonomía indígena. Las dos partes ya no se hablan desde hace meses, pero con regularidad macabra, la sangre corre por la selva Lacandona. La ruptura del diálogo no es ajena a estos brotes de violencia que los zapatistas y la Iglesia atribuyen a paramilitares vinculados al partido de Green, el Revolucionario Institucional (PRI), que ayer cumplió 70 años en el poder.

Pregunta. ¿Cómo se siente recorriendo el mundo como secretaria de Relaciones Exteriores de México con la cruz de Chiapas a cuestas?

Respuesta. Para mí, como canciller, es la oportunidad de contar la otra cara de Chiapas. En Europa, se tiene lo que ha hecho Marcos a través de Internet, a través de su comité de relaciones públicas, que ha resultado muy efectivo, pero lo que ellos dicen y lo que realmente sucede en Chiapas son dos historias muy diferentes. No negamos que Chiapas es un Estado pobre, que ha vivido en el abandono durante muchas generaciones, pero también es un Estado donde desde hace cuatro años hay un esfuerzo muy serio de inversión. Lamentablemente no hubo [antes] una visión clara de la necesidad de atender a los chiapanecos. Pero no era porque fueran de origen indígena.

P. ¿No cree entonces que la raíz del problema en Chiapas sea indígena?

R. Definitivamente no. Porque nosotros tenemos diez millones de indígenas en toda la República. En México la pobreza ha golpeado sin distinguir si se es mestizo, si es un indígena de sangre pura, si se es un criollo. Nosotros estamos conscientes de que tenemos 20 millones de pobres. En Chiapas hoy hay más escuelas, más hospitales, más carreteras, más caminos, más teléfonos, más infraestructura. Chiapas no está en guerra, independientemente de lo que quieran decir los comunicados de Marcos. ¿Qué sucede con los temas que Marcos publica y que yo como canciller tengo la obligación de contestar? Ha hablado de la militarización de Chiapas. No es cierto.

P. ¿De verdad no hay una fuerte presencia del Ejército?

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R. Chiapas ha sido una frontera que ha sido tremendamente permeable. Se hace contrabando con personas, con madera, con drogas. Siempre ha habido presencia militar.

P. Pero tanto zapatistas, como las ONG, como la Iglesia católica han denunciado que el Ejército utiliza estos problemas como excusa para hostigar a los indígenas proclives al EZLN.

R. Yo, con toda honestidad, le digo que no se está hostigando. Si la presencia de los militares se siente como un hostigamiento, yo creo que es una mala manera de ver las cosas. Déjeme hablarle de las inundaciones de Chiapas. Ni una presencia de la gente de Marcos. Ni un centavo, y mire que reciben plata...

P. ¿De quién?

R. Bueno sabemos... de las ONG, a veces lo reciben de Gobiernos, por supuesto... P. ¿De Gobiernos?

R. La diócesis de San Cristóbal recibe por supuesto plata de Gobiernos simpatizantes de la diócesis, no digo necesariamente de los zapatistas, pero la relación entre la diócesis y los zapatistas ha sido siempre clara. Pero no salió ni un centavo para los chiapanecos que viven en la costa pacífica y que fueron arrasados por las aguas. Ni una palabra de solidaridad. Ese Ejército tan vilipendiado fue el que salvó gente, el que desenterró cadáveres. ¿De qué estamos hablando? Acabo de ver en una revista de viajes un anuncio que se llama Reality Tours. Y que es insólito porque dice que por una cantidad de dinero vaya usted a Chiapas y hable con un zapatista. Por favor. Se trata de un deseo de tenernos a los mexicanos, bueno, ¿qué?, en una jaula, como si fuéramos un zoológico. A mí me parece que si a algo ha contribuido Marcos es a vulnerar la dignidad de nosotros los mexicanos. Marcos no quiere la paz. Tiene financiador, ¿por qué le va a interesar la paz? Marcos no nace por una proclama indígena. Marcos nace por una proclama contra el neoliberalismo. No cree en el Estado de derecho, sostiene una crítica al modelo neoliberal..

P. ¿Usted sí está de acuerdo con el modelo neoliberal?

R. Bueno, la tercera vía es exactamente el modelo neoliberal. Llamémosle como queramos. Es el modelo que hay.

P. Más allá de las discusiones, ¿no le queda la impresión de que Marcos le ha ganado a usted la batalla en los medios de comunicación?

R. Yo creo que sí. E inclusive, nosotros reconocemos que ha sido muy hábil. Las buenas noticias no son noticias. Usted no me ha preguntado nada acerca de las inversiones, de la cantidad de veces que va el presidente Zedillo a Chiapas, llama al diálogo, de la cantidad de veces que en Chiapas se inaugura una escuela, se ponen vacunas. ¿Ve? A usted sólo le interesa la otra parte. La del diálogo, la de si Marcos va ganando la batalla.

P. Pero es que esa parte, la del diálogo de paz, está completamente atascada.

R. Si usted me habla sólo del diálogo, pues sí. ¿Solamente una ley? Que no haya carreteras, que no haya escuelas, ¿A qué damos más importancia, a que se resuelvan las necesidades básicas de la población o a que se concentre uno en el diálogo político exclusivamente?

P. En otro orden de cosas, los informes de organismos estadounidenses como la DEA, la agencia antidrogas, o la CIA, hablan de una extensa corrupción en México y de los nexos de militares y políticos del PRI con el narcotráfico.

R. Esto es parte de los claroscuros entre México y EEUU. Los problemas que tensionan la relación tienen que ver con el narcotráfico. Hemos organizado un grupo de contacto de alto nivel, donde intercambiamos cifras, donde le preguntamos a EEUU qué está haciendo para reducir su demanda, qué está haciendo para reducir el tráfico de armas, que va en sentido contrario al de las drogas, qué está haciendo para detener la droga que entra por sus fronteras. ¿Desaparece? ¿Se convierte en polvo que se va a las nubes?

P. Hace un tiempo, los conflictos poselectorales, las acusaciones al PRI de comprar votos y de fraude parecieron por un momento cosa del pasado, pero ahora están resurgiendo con fuerza en los últimos comicios regionales.

R. Pues mire, la verdad es que no. Ninguna de esas quejas se han podido sustanciar. Y no es el Gobierno o el PRI quien lo dice, sino el Tribunal Federal Electoral.

P. De ganar el PRI las elecciones del 2000 por escaso margen, ¿no le va a resultar difícil gobernar el país seis años más?

R. Pues hemos tenido estabilidad para gobernar estos casi cinco años. Si gobernamos con el respaldo de una mayoría relativa, y gobernamos con honestidad y con decencia, yo no veo porqué no lo podemos hacer. Muchos países tienen un mismo sistema...

P. ¿70 años con un mismo partido? Creo que no hay ninguno.

R. Bueno, no ha sido siempre el mismo partido ni ha sido siempre el mismo México.

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