El Ayuntamiento proyecta la rehabilitación integral de las viviendas de la rambla del Raval

El Ayuntamiento de Barcelona proyecta la rehabilitación integral de las viviendas incluidas en el Plan Central del Raval, junto a las que se abrirá la futura rambla. La primera fase del proyecto está casi a punto para que el domingo la inaugure el alcalde, Joan Clos. Los edificios que se renovarán son 37, lo que equivale a una superficie de 37.000 metros cuadrados, y la inversión necesaria asciende a unos 900 millones de pesetas. Con la rehabilitación de los bloques y la nueva rambla, el corazón del Raval sufrirá una metamorfosis radical.

El Ayuntamiento planea ejecutar el proyecto en c...

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El Ayuntamiento de Barcelona proyecta la rehabilitación integral de las viviendas incluidas en el Plan Central del Raval, junto a las que se abrirá la futura rambla. La primera fase del proyecto está casi a punto para que el domingo la inaugure el alcalde, Joan Clos. Los edificios que se renovarán son 37, lo que equivale a una superficie de 37.000 metros cuadrados, y la inversión necesaria asciende a unos 900 millones de pesetas. Con la rehabilitación de los bloques y la nueva rambla, el corazón del Raval sufrirá una metamorfosis radical.

El Ayuntamiento planea ejecutar el proyecto en cuatro etapas sucesivas. En la primera se han rehabilitado 8 edificios, en la segunda se reformarán 12, en la tercera 5 y en la cuarta otros 12. El objetivo del proyecto es renovar de forma integral los inmuebles. Para ello, la Oficina de Rehabilitación de Ciutat Vella está realizando un análisis pormenorizado de los elementos estructurales -fachadas, paredes, azoteas, etcétera- y del estado de las instalaciones, que en algunos casos ya están siendo sustituidas. El proyecto se financiará en parte gracias al programa de ayudas previsto en el convenio suscrito entre el Ministerio de Fomento, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona para el periodo 1998-2001. El distrito de Ciutat Vella pretende que, una vez rehabilitados los edificios, el aspecto de las fachadas no desdiga del conjunto urbanizado, justo lo contrario de lo que ocurre ahora. El espacio que ya se ha abierto, desde el cruce de Sant Pau y Sant Oleguer hasta la ya desaparecida calle de Sant Antoni de Pàdua, muestra una abigarrada sucesión de fachadas muy deterioradas, las que corresponden a las calles de Sant Jeroni y Cadena, hasta ahora estrechas callejuelas en las que no entraba el sol. Junto a estas fachadas emerge ya la nueva y flamante rambla, un paseo que cuando esté concluido tendrá 317 metros de largo y 58 de ancho Reinstalar a los vecinos En principio, el Ayuntamiento preveía la apertura del nuevo espacio en tres fases, pero finalmente se hará en dos. El concejal de Ciutat Vella, Joan Fuster, ha indicado que la nueva rambla deberá estar urbanizada completamente a finales de este año. El principal problema, la reinstalación de los vecinos en las viviendas nuevas, depende ahora de la entrega de los pisos de la calle de Maria Aurèlia Capmany a 90 familias. Inmediatamente después, la piqueta entrará a demoler los edificios que hay hasta la calle del Hospital. El futuro paseo será arbolado -en la parte acabada ya se han plantado palmeras y plataneros- y en sus extremos habrá dos rotondas que permitirán el cambio de sentido de la circulación. Las dos calzadas laterales, de siete metros de anchura, tendrán dos carriles de circulación, uno de ellos destinado a carga y descarga de mercancías, servicios y transporte público. La amplitud de las aceras oscilará entre 5,50 y 6,70 metros, y la zona central será un amplio paseo en el que se instalarán bancos cuando se concluya la urbanización. El Plan Central del Raval supondrá, una vez acabado, la desaparición de cinco manzanas de edificios, lo que dará lugar a un gran espacio libre que abarcará desde la avenida de las Drassanes hasta la calle del Hospital. También comportará algo muy poco habitual: la desaparición de cuatro calles. La operación afectará a un total de 1.235 pisos entre viviendas derribadas y rehabilitadas. El Plan Central del Raval, incluido en el programa de revitalización del centro histórico de Barcelona, también permitirá reordenar la circulación en Ciutat Vella. Habrá una gran arteria en sentido mar-montaña que redistribuirá el tráfico rodado en el barrio y descargará las calle del Hospital y de Sant Pau, que ahora soportan todo el peso circulatorio. La calle de Sant Pau tendrá, además, una zona peatonal en la parte colindante con el Liceo. El coste de la urbanización de la primera fase -la que se inaugurará el domingo- ha sido de 234 millones de pesetas, y lo que resta supondrá un desembolso de más de 600 millones.

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