Editorial:

Impacto ambiental

EL MINISTERIO de Medio Ambiente ha elaborado un anteproyecto de ley que obligará a los planes de urbanismo y distintos tipos de proyectos agrarios e industriales a pasar un examen sobre su impacto ambiental. Los colectivos ecologistas ya se han mostrado recelosos por lo que consideran tibieza de una norma que viene obligada por una directiva europea.Así, la ley permitiría, por ejemplo, parcelar la presentación de un proyecto como el tendido del AVE en decenas de documentos técnicos. Al obviarse un examen global resulta más fácil que los distintos tramos, contemplados singularmente, puedan supe...

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EL MINISTERIO de Medio Ambiente ha elaborado un anteproyecto de ley que obligará a los planes de urbanismo y distintos tipos de proyectos agrarios e industriales a pasar un examen sobre su impacto ambiental. Los colectivos ecologistas ya se han mostrado recelosos por lo que consideran tibieza de una norma que viene obligada por una directiva europea.Así, la ley permitiría, por ejemplo, parcelar la presentación de un proyecto como el tendido del AVE en decenas de documentos técnicos. Al obviarse un examen global resulta más fácil que los distintos tramos, contemplados singularmente, puedan superar la preceptiva evaluación medioambiental. Otro capítulo que levanta sospechas es el que autoriza a los Gobiernos, central o autonómico, a excluir de este trámite, previa comunicación razonada a la UE, cualquier proyecto cuya confidencialidad se considere de interés público. Una combinación viciada de dos conceptos como secretismo e interés público, cuando de lo que se trata es justamente de evaluar una obra en todos sus aspectos mediante la transparencia informativa.

Al anteproyecto le queda una larga marcha legislativa que puede corregir sus lagunas. Si no bastan las consideraciones ecologistas, el análisis político del mismo ha de tener presente una experiencia comprobada: la tolerancia hacia las agresiones medioambientales resulta, a la larga, mucho más cara que corregir los defectos en el punto de partida de los proyectos. Un ahorro, por ejemplo, en el respeto de las riberas fluviales durante la construcción de una autovía puede pasar una factura trágica con ocasión de un temporal cuando las aguas encuentren taponados sus cursos naturales. La calidad de vida en las sociedades avanzadas pasa por especial cuidado en que el desarrollo no sea en el futuro causa de aniquilación.

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