La comisión del vertido da por terminada la "gestión de la emergencia"

La comisión creada para coordinar los trabajos de las administraciones en el cauce del Guadiamar tiene sus días contados. "Los problemas están sustancialmente resueltos", argumentó ayer el representante del Gobierno central, Félix Pérez Miyares, para anticipar que el órgano conjunto se autodisolverá a finales de enero. Esta propuesta fue compartida por el coordinador de la Junta, José Antonio Viera, quien informó de que todos los agricultores afectados por el vertido tóxico han mostrado su intención de negociar con la Consejería de Agricultura la venta de sus tierras y evitar así la expropiaci...

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La comisión creada para coordinar los trabajos de las administraciones en el cauce del Guadiamar tiene sus días contados. "Los problemas están sustancialmente resueltos", argumentó ayer el representante del Gobierno central, Félix Pérez Miyares, para anticipar que el órgano conjunto se autodisolverá a finales de enero. Esta propuesta fue compartida por el coordinador de la Junta, José Antonio Viera, quien informó de que todos los agricultores afectados por el vertido tóxico han mostrado su intención de negociar con la Consejería de Agricultura la venta de sus tierras y evitar así la expropiación.

La "gestión de la emergencia" ha finalizado. Al menos así lo entienden Félix Pérez Miyares y José Antonio Viera, quienes anunciaron ayer su intención de disolver la comisión de coordinación que dirigen. Esta propuesta debe ser refrendada por el presidente del Gobierno central, José María Aznar, y el presidente de la Junta, Manuel Chaves. Pérez Miyares admitió que "esto no supone que esté todo terminado", pero indicó que, a partir de ahora, serán los órganos competentes de cada administración los que continúen con las tareas para paliar el efecto del vertido tóxico de las minas de Aznalcóllar. Viera indicó que, para finales de enero, los terrenos en los que ha quedado contaminación residual tras la retirada de los lodos tóxicos ya habrán sido tratados con cal. Esta fue una de las indicaciones señalada por los científicos para reducir la acidez de los suelos y evitar la movilización de los metales pesados que se ha infiltrado en la tierra. Los expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), sin embargo, han advertido de que la mayor parte de estas medidas tendrán que esperar a que el Instituto Tecnológico Geominero termine un mapa de zonas contaminadas. De hecho, investigadores europeos y norteamericanos debaten este fin de semana en Sevilla qué actuaciones son las más idóneas para extraer los metales pesados, cuya presencia en la zona, según indicaron en la apertura de las jornadas, puede durar lustros. Los responsables de la Junta achacan a este dictamen científico el cambio de parecer de la treintena de propietarios que habían rehusado negociar con Agricultura la venta de sus tierras. "Todos quieren vender ahora", informó Viera, que aseguró que el Gobierno andaluz tratará de llegar a acuerdos con los propietarios la próxima semana, a pesar de que el plazo para hacer ofertas ya ha concluido. "Es verdad que aún quedan algunos nódulos de lodo, sobre todo junto a los árboles", recordó Pérez Miyares, quien subrayó que esta labor debe ser desempeñada por los trabajadores agrícolas de los doce municipios afectados. Aseguró, eso sí, que la retirada de lodos está casi terminada. Viera indicó que sólo quedan 16 hectáreas por limpiar, "unos 30.000 metros cúbicos", en la zona de Entremuros, ya dentro de los límites del Parque Nacional de Doñana. El representante de la Junta también anunció que el Instituto Tecnológico Geominero tendrá "para el 31 de enero" su informe sobre la impermeabilidad de la corta abandonada de Aznalcóllar, que Boliden, la empresa propietaria de la mina, pretende usar como nuevo depósito de residuos.

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