Ocho años y una hora de espera

Después de ocho años de obligada espera por las interminables obras de restauración no les importunaba demasiado aguardar una hora en la cola. A pesar del frío. Cerca de un millar de personas visitó ayer el Palacio del Marqués de Dos Aguas en Valencia, sede del Museo Nacional de Cerámica y de las Artes Suntuarias González Martí. Hoy es el último día de visita, hasta las dos de la tarde. Luego volverá a estar cerrado al público hasta Fallas. Entonces, las estancias, hoy vacías, exhibirán la colección museográfica. La hilera de visitantes que aguardaba su turno recorría la fachada del palacio ...

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Después de ocho años de obligada espera por las interminables obras de restauración no les importunaba demasiado aguardar una hora en la cola. A pesar del frío. Cerca de un millar de personas visitó ayer el Palacio del Marqués de Dos Aguas en Valencia, sede del Museo Nacional de Cerámica y de las Artes Suntuarias González Martí. Hoy es el último día de visita, hasta las dos de la tarde. Luego volverá a estar cerrado al público hasta Fallas. Entonces, las estancias, hoy vacías, exhibirán la colección museográfica. La hilera de visitantes que aguardaba su turno recorría la fachada del palacio desde la puerta principal hasta la calle de San Andrés. Más de un hectómetro de cola. Cuando cerró sus puertas a las dos de la tarde varias decenas de personas seguían en la calle y tuvieron que resignarse a volver a partir de las cuatro. La lentitud con la que avanzaba la cola, al ritmo de una Operación Retorno de Tráfico, venía obligada porque el público entraba en grupos de 20 y se demoraba tres cuartos de hora en las visitas guiadas. Algunos visitantes, como Emilio Sánchez, se conocen al dedillo las peculiaridades del edificio, incluido el piso de las caballerizas y la cerámica romana hallada en el subsuelo. Otros, como Eva Escrihuela, que vino desde Tavernes de la Valldigna, consideran "excesivo" el plazo de ocho años que ha permanecido cerrado. Pero la mayoría no se contenta con este paseo por las estancias vacías y prometen volver en primavera.

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