Europa y EE UU exigen a China la liberación de cuatro disidentes

Europa ha reaccionado a la serie de condenas que la justicia china ha impuesto a cuatro activistas pro derechos humanos y sindicales. Respondiendo a la llamada del ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Joschka Fischer, los quince países de la Unión Europea han hecho llegar un mensaje a las autoridades chinas en el que piden la libertad para los cuatro disidentes.Las protestas europeas se unen a las de Estados Unidos, Canadá y Noruega y refuerzan la iniciativa de un grupo de 210 disidentes que en toda China han iniciado una huelga de hambre para reclamar el respeto a los derechos humanos ...

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Europa ha reaccionado a la serie de condenas que la justicia china ha impuesto a cuatro activistas pro derechos humanos y sindicales. Respondiendo a la llamada del ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Joschka Fischer, los quince países de la Unión Europea han hecho llegar un mensaje a las autoridades chinas en el que piden la libertad para los cuatro disidentes.Las protestas europeas se unen a las de Estados Unidos, Canadá y Noruega y refuerzan la iniciativa de un grupo de 210 disidentes que en toda China han iniciado una huelga de hambre para reclamar el respeto a los derechos humanos y la excarcelación de los presos políticos, que según Amnistía Internacional son más de 3.000.

Mientras, desde una cárcel del Departamento de Seguridad Pública en Pekín, Xu Wenli, uno de los fundadores y dirigentes del Partido Democrático Chino condenado a 13 años de prisión, consiguió filtrar una carta manuscrita en la que denuncia "la persecución política" que sufren los miembros de su formación.

"A pesar de esta campaña, el pluralismo político en China es inevitable, ningún poder individual o político puede frenarlo", dice Wenli en esa carta que consiguió entregar a su abogado sin que los agentes de seguridad lo vieran.

La campaña contra la oposición política, desatada por el presidente chino Jiang Zemin y el grupo más ortodoxo del Partido Comunista, no ha llegado sin embargo a los activistas que residen en Hong Kong, ciudad devuelta a China en julio de 1997 pero con un amplio autogobierno.

Frank Lu, fundador del Centro de Información de Derechos Humanos y del Movimiento Democrático chino y que huyó a Hong Kong en 1993, asegura que su trabajo "no está siendo perturbado por las autoridades de Pekín". Este histórico disidente cree que Zemin no se atreverá a extender la campaña a Hong Kong porque "la necesita como una ventana para atraer inversiones".

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